Coches contaminantes, nueva parada para la UE. Meloni: ‘Aplazamiento del éxito italiano’ – Europa

Coches contaminantes, nueva parada para la UE. Meloni: ‘Aplazamiento del éxito italiano’ – Europa
Coches contaminantes, nueva parada para la UE. Meloni: ‘Aplazamiento del éxito italiano’ – Europa

BRUSELAS – “Aplazado para una fecha posterior”. Unas pocas palabras bastaban para resumir el inesperado callejón sin salida en el que se ha deslizado la prohibición europea de los coches de gasolina y diésel a partir de 2035. A primera hora de la mañana, la esperada reunión de los Representantes Permanentes Adjuntos en la UE registraba, como el miércoles, la imposibilidad de continuar con la aprobación del Reglamento. Italia se regocija.

Empezando por el primer ministro Giorgia Meloni que habla del “éxito italiano” y da un paso decisivo: “Es correcto aspirar a cero emisiones de CO2 en el menor tiempo posible, pero hay que dejar en libertad a los Estados para que tomen el camino que consideren más eficaz y sostenible. Esto significa no cerrar a priori el camino hacia tecnologías limpias distintas a la electricidad. Esta es la línea italiana que ha encontrado una gran aceptación en Europa”. Es decir, cada país debe modular la transición de los motores de gasolina y diésel a los eléctricos teniendo en cuenta su propia realidad, que también está formada por personas.

“Una transición sostenible y justa -resume el primer ministro- debe planificarse y llevarse a cabo cuidadosamente, para evitar repercusiones negativas en términos de producción y empleo”. Esto es lo que sucedió. Italia, Polonia y Bulgaria dijeron que estaban en contra y Alemania, que había pedido una compensación adecuada por los combustibles electrónicos, no confiaba: juntos habrían formado la minoría de bloqueo necesaria para rechazar la regulación. La presidencia sueca, ante una votación que habría hecho temblar a la Comisión, ha pospuesto el expediente. El punto también fue retirado de la agenda del Consejo de Educación previsto para el martes, donde se esperaba la ratificación formal del texto. En definitiva, un auténtico terremoto, que obliga a la Comisión y en particular al vicepresidente Frans Timmermans, a reflexionar profundamente. “El objetivo sigue siendo la neutralidad tecnológica. Estamos en contacto con los Estados miembros sobre las nuevas inquietudes que han surgido”, precisó la portavoz del ejecutivo de la UE Dana Spinant, tratando de enmascarar la decepción que cunde en el Palazzo Berlaymont. Para socavar el muro alemán, Bruselas intentará trabajar en uno de los “considerandos” que actúan como precuela de las reglas actuales, y en particular en el que “la Comisión evaluará el progreso hacia el logro del objetivo, teniendo en cuenta los avances tecnológicos y la importancia de una transición económica y socialmente justa sostenible hacia las emisiones cero”. Es en este marco que se intentará un compromiso con Berlín. Se espera que Ursula von der Leyen asista a una reunión del gobierno federal en Schloss Meseberg el domingo y podría mencionarlo. El gobierno alemán, además, está dividido en asuntos medioambientales: los liberales (que se expresan como el ministro de Finanzas, Christian Lindner, y el ministro de Transportes, Volker Wissing) están en contra, los Verdes están a favor, mientras que el SPD está atrapado entre los dos opuestos. En Italia, sin embargo, el gobierno está unido contra la regulación. Ante la noticia del aplazamiento de la votación, Lega y Fdi se regocijaron mientras Fi hablaba de la “derrota política” de Timmermans. La electricidad no puede ser la única solución del futuro, sobre todo si sigue siendo, como hoy, una cadena de suministro para unos pocos”, subrayó el ministro de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto. “Italia ha despertado a Europa”, comentó mi colega Adolfo Urso que, el jueves pasado, había pronunciado el no de Roma al Consejo de Competitividad. La posición de Polonia también es firme, que sin embargo ha añadido un apéndice que va en sentido contrario al de Italia: la oposición a la llamada derogación Motor Valley , para los fabricantes de coches de lujo. La sensación es que la transición verde y digital es una de las pistas sobre las que correrán consignas y alianzas de cara a las próximas elecciones europeas. Por un lado, los Verdes, de centro-izquierda, y el M5S, no sorprendentemente furioso por el aplazamiento del parón a los motores de combustión interna, por otro, un centroderecha formado por Ppe, Ecr y parte de Id que, como era de esperar, había votado en contra en el pleno del pasado mes de febrero. El oso del Fit for 55 se vuelve mucho más impermeable: Italia ya ha anunciado una batalla sobre las normas para Euro 7, para los embalajes y para los vehículos pesados ​​contaminantes. Y es probable que esté en buena compañía. (

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