Cuando la policía lo detuvo, todavía estaba golpeando a su esposa. Su objetivo era matar a la mujer y luego acabar con todo. Pero no se encontraron heridas en su cuerpo. Era un transeúnte a las 11.20 martes 28 febrero para notar algunas manchas de sangre en el asfalto del estacionamiento y una mujer tendida en el asiento de la camioneta Peugeot 508 estacionada allí. Todo sucedió en vía de servicio de viale Fulvio Testi en Cinisello Balsamo, en la calle Gorki. La tragedia vinculada a 500 mil euros de deudas. La carta de ejecución hipotecaria había llegado el martes por la mañana.
La mujer fue rescatada de inmediato por carabinieri, quienes taparon sus heridas y le salvaron la vida. La víctima de 56 años fue luego transportada del 118 a Niguarda en clave amarilla, donde se encuentra hospitalizada en cuidados intensivos. Tiene heridas en el abdomen, el cuello y la pierna. Sin embargo, según los médicos, estaría fuera de peligro. En cambio, el hombre con las manos ensangrentadas fue arrestado por los carabinieri de la compañía Sesto San Giovanni. Se llama Marco Gilona tiene 62 años Y trabaja como agente comercial. Nunca ha tenido un problema con la ley. Cuando llegó el militar, todavía sostenía uno de los dos cuchillos utilizados en el ataque. En cambio, la segunda cuchilla se encontró en el asfalto, junto a la rueda del automóvil.
Los carabinieri, en concierto con el fiscal de Monza, Alessandro Pepè, arrestaron al hombre por tentativa de asesinato. «Traje dos cuchillos, quise matarla y luego me golpeó», dijo a los investigadores el hombre de 62 años. El hombre también tenía algo de éter con el que quería “anestesiarse” antes de apuñalarse fatalmente en la garganta. “También hice algunas pruebas”.
Gilona dijo que lo recibió en la mañana. la comunicación de la ejecución hipotecaria de la casa en la que vivía con uno de sus hijos en vía Cinque Maggio a Cuarto Oggiaro. en la base seria una deuda anterior de más de 500 mil euros. Un agujero ahora transformado en las facturas de impuestos de Equitalia y vinculado, al parecer, a una serie de inversiones fallidas. Gilona posee varias propiedades inmobiliarias, pero no podría venderlas a tiempo para pagar la deuda. Nunca le había dicho a la mujer y su hijo (el otro está casado y ya no vive con sus padres) sobre esa situación tan comprometida. Tanto es así que los familiares no sabían de la ejecución hipotecaria en curso.