El crecimiento de la continúa Oficina familiar en Italia. Las últimas investigaciones presentadas por el Observatorio impulsado por Escuela de Gestión del Politécnico de Milán fotografía un sector en expansión que requiere figuras más especializadas y habilidades multidisciplinarias para abordar las complejas necesidades de las familias emprendedoras.
Al 31 de diciembre de 2023, el censo del Observatorio ha contabilizado 222 Family Offices activos en Italia, incluidas 113 Single Family Office y 91 Multi-Family Office profesionales, a las que se suman 18 estructuras bancarias que ofrecen servicios similares a múltiples familias.
La facturación de las Oficinas Plurifamiliares alcanzó los 150 millones de euros en 2022, empleando a más de 500 profesionales, con un crecimiento anual del 8% respecto a 2017, tanto en facturación como en personal contratado. Se trata de un mercado en expansión, pero que requiere una mejora de las capacidades de los profesionales para afrontar los retos que plantea la creciente complejidad de las actividades gestionadas.
“Las Family Offices son una estructura de gestión patrimonial sofisticada y personalizada para satisfacer las necesidades de los emprendedores y sus familias, y esto implica numerosas habilidades altamente especializadas, desde la gestión de inversiones hasta la planificación patrimonial, desde la consultoría fiscal internacional hasta el gobierno familiar, pasando por la filantropía, así como habilidades interpersonales relacionadas con la escucha, la empatía, el liderazgo, pero también con la comprensión de las dinámicas psicológicas, familiares e intergeneracionales”, explicó Josip Kotlar, director científico del informe
Demasiado para una sola persona: se necesita una red de profesionales externos para prestar servicios en colaboración y subcontratación. Más aún teniendo en cuenta que, según los datos recogidos por el Observatorio, tres cuartas partes de los directores generales de las Single Family Office son miembros de la propia familia, generalmente con una formación profesional en la gestión de la empresa familiar (por tanto, con competencias que no están estrictamente relevante), mientras que los gestores externos, que componen el trimestre restante, proceden en su mayoría de capital privado o finanzas.