Messina – «La inundación que afectó a los pueblos de la zona sur de Messina hace quince años sigue siendo una herida abierta. Para la ciudad, pero también para Sicilia. Porque fue precisamente en esa primera ocasión cuando se vivió de primera mano la fragilidad del territorio”. Así lo dijeron, el día del decimoquinto aniversario de la inundación que afectó a Giampilieri, Scaletta, Altolia y Molino, el secretario general de CISL Sicilia, Leonardo La Piana, y el secretario general de CISL Messina, Antonino Alibrandi.
«Hoy esa tragedia, que costó la vida a 37 personas, se ha convertido en el símbolo de la necesidad de mantener alta la atención para contrarrestar el riesgo hidrogeológico, de la necesidad de un desarrollo controlado y sostenible», continúan La Piana y Alibrandi, recordando cómo «la CISL Siempre ha prestado mucha atención a la necesidad de políticas de prevención de la inestabilidad hidrogeológica, fundamentales para mitigar los riesgos ligados a los fenómenos naturales y garantizar la seguridad de las personas y de las infraestructuras».
«Es necesario un reconocimiento constante y la protección del territorio – añaden. Cuando hablamos de sostenibilidad y desarrollo sostenible debemos hacerlo partiendo de la protección del medio ambiente. La financiación europea o nacional ya no puede utilizarse únicamente tras la declaración del estado de emergencia después de que se produzcan catástrofes. Porque, si bien las causas se remontan, con razón, a la morfología del territorio, al cambio climático y al consumo de suelo, hay un aspecto igualmente importante a considerar: la falta de prevención. Es en lo que debemos trabajar todos, cada uno según sus responsabilidades y capacidades”, concluyen La Piana y Alibrandi.