En Campania sólo un edificio de diez tiene el certificado de prueba estática y certificado de prueba de usabilidadla situación en materia de prevención de incendios es mucho mejor: seis de cada diez edificios los tienen.
El nuevo informe nacional hace balance Escuela de Ecosistemas de Legambiente ahora en su 24ª edición y presentado en Nápoles. La investigación en cuestión 470 edificio.
Uno de los problemas más obvios es que El 71% de los edificios monitorizados requieren intervenciones urgentes de mantenimiento extraordinario mientras que sólo el 33% realizó investigaciones de diagnóstico en los pisos. La situación parece mejor en lo que respecta a la prevención de incendios, ya que el 60% de los edificios escolares cuentan con la certificación correspondiente. Por lo tanto, la seguridad en las escuelas de Campania sigue siendo precaria, a pesar de las recientes intervenciones de mantenimiento que en los últimos cinco años han afectado al 69,3% de los edificios. Sin embargo, esto no fue suficiente para cubrir todas las necesidades.
Además, en los últimos cinco años, sólo el 1,4% de los edificios escolares han recibido intervenciones de modernización sísmica aunque el 75% de las Administraciones declaran haberlas realizado. Lo mismo ocurre con la eficiencia energética: el 66,7% de las administraciones explicaron que lo habían hecho, pero sólo supusieron un beneficio para el 2,2% de los centros educativos. El servicio de cantina también es malo. gratuito para sólo el 28,4% de los beneficiarios.
En Salerno, de 50 edificios, sólo el 20% tiene un certificado de pruebas estáticas y prevención de incendios. En los últimos cinco años ningún colegio ha realizado investigaciones en los áticos y el 96% requiere mantenimiento urgente.
Entre las ciudades que no proporcionaron datos sobre el seguimiento del amianto en los edificios escolares se destacan Potenza y Salerno.
“Una vez más, los datos de Campania son claros. Legambiente explica – Sobre todo, la salud de los edificios escolares se ve afectada retrasos que se registran en el frente de seguridad. Una emergencia ahora crónica con retrasos en la digitalización, el transporte y la eficiencia energética y, en este contexto, la autonomía diferenciada corre el riesgo de no ayudar a la escuela. Lamentablemente debemos resaltar que la ambición legítima, objetivo del PNRR y de muchos gobiernos pasados, de crear una nueva generación de edificios escolares que respondan a las necesidades educativas, climático-ambientales y sociales de las generaciones jóvenes, avanza muy lentamente. Seguridad y sostenibilidad son las palabras clave para planificar el futuro de la obra escolar, objetivos a perseguir para garantizar la calidad y la habitabilidad necesarias para promover procesos de formación modernos en edificios seguros”.