la magdalena «Una aventura para jinetes muy duros», fue el comentario de la mayoría al concluir la cuarta edición del paseo a caballo “Tras las huellas de Garibaldi”. Dos días de subidas y bajadas entre colinas y peñascos, valles y cimas, para descubrir el alma más auténtica y menos frecuentada de la mágica isla de Caprera. Auténticos “caminos de cabras” que requerían muchos caballos y jinetes, pero que permitían disfrutar de pasajes y vistas impresionantes. Vistas exclusivas, que sólo se conceden a quienes montan a caballo. Porque esos caminos también se pueden recorrer a pie o en bicicleta de montaña, pero en ese caso muchas veces te encuentras inmerso en el monte, sugerente sí, pero también un obstáculo para una visión más amplia. A caballo, en cambio, te pararás sobre lentiscos y arrayanes, y tendrás el privilegio de disfrutar de unas vistas realmente únicas.
El primer día de caminata comenzó a las Centro de equitación Cavalla Marsala De Alessandro Monnique colaboró con la asociación ecuestre Pegaso deporte ecuestre y turismo de Sassari-Tergu, a la organización del evento.
El grupo formado por una treintena de corredores, tras un primer tramo llano, afrontó la fuerte subida que conduce a Carrera de Poggio. A partir de aquí, con los ojos llenos de las vistas de cuento que se abrían a la izquierda de los corredores, el grupo tomó el camino en el bosque que conduce a Poggio Zonza y, tras un descenso bastante accidentado, de nuevo cuesta arriba por las curvas cerradas que llevan a hasta la base del monte Tejalone. Con los caballos atados y vigilados en el bosque por algunos voluntarios, los participantes subieron por el sendero rocoso que conduce a la torre militar, desde donde pueden disfrutar de un panorama sin límites. De nuevo a la montura, bajamos hacia la carretera asfaltada que atraviesa la isla, para llegar a la base del fuerte de Arbuticci, y afrontar otro sendero de bajada hacia la “Batería de Candeo”, una joya de la ingeniería militar excavada en la roca, perfectamente camuflada ante el ojo, y por tanto totalmente respetuoso con el medio ambiente. El regreso llevó a los corredores hacia Cala Garibaldi y luego a Conigliera, con un breve desvío hacia el pinar para tomar un refrigerio en el “Barón Rojo”. Por la tarde, regreso al centro ecuestre Cavalla Marsala, con el clásico recorrido por las tranquilas aguas de Stagnali.
El segundo día de trekking llevó a los ciclistas hacia la parte sur de la isla. Partiendo aún del centro de Cavalla Marsala, el grupo siguió el camino que bordea la costa hacia el este, para llegar al Cala del Turco fallecido y emerger en la playa Cala Portese-Dos mares. Más al sur, para llegar al antiguo puesto militar de Punta Rossa -el último abandonado en 2010, pero ya en avanzado estado de deterioro-, un complejo complejo defensivo con búnkeres y cañones, que guarnece el extremo de la isla que mira hacia el Costa sarda.
Al final del itinerario, regreso en total relajación a la escuela de equitación, con comentarios entusiastas sobre los granitos, la vegetación, las cabras salvajes y las vistas que hacen única la isla de Caprera. Pero también sobre las dificultades del recorrido de trekking, que exigió una gran habilidad por parte de todos los corredores, con especial nota de mérito para los jovencísimos Roberta y Alessandro, que afrontaron esas dificultades con gran madurez y valentía. Caballeros valientes, en definitiva, protagonistas de una experiencia que no se olvida fácilmente.