Uno, el presidente, no pudo ser designado porque la asignación de ese cargo no es responsabilidad del Consejo. El otro, el miembro de la Junta Directiva, no pudo ser designado porque ya desempeñaba un cargo incompatible.
El nuevo rumbo en la era Campo largo de la Sardinia Film Commission no empieza de la mejor manera, la Fundación regional que tiene como objetivo «valorizar el patrimonio artístico y medioambiental de Cerdeña, desarrollar la cadena de suministro audiovisual con una alta especialización de recursos profesionales y técnicos, crear las condiciones óptimas para atraer proyectos cinematográficos y audiovisuales internacionales, promocionar la isla en el mundo”.
El minilío surge de dos resoluciones del consejo regional presidido por Alessandra Todde. La primera es el 24 de julio: con la disposición se nombró la nueva junta directiva de la organización. El segundo, hecho público recientemente, tiene fecha del 25 de septiembre: el ejecutivo retracta el acto anterior y desmonta algunas partes del mismo, porque estaba equivocado.
A mediados del verano se decidió poner al frente de la Fundación un consejo de administración compuesto por Giuseppina Sanna (con el cargo de presidenta), Cristian Mereu, Giulia Simi, Maria Rossana Rubiu y Giuliana Altea.
Pero la consejera regional de Cultura, Ilaria Portas, anunció dos meses después que «el papel de presidente fue atribuido a uno de los miembros, si bien esta designación, de conformidad con el Estatuto de la Fundación, corresponde al Consejo de Administración, y que por lo tanto es necesario rectificar la resolución en primer lugar en este punto.”
Una vez detectado el primer error, surgió otro al comprobar las tareas asignadas. Porque después de las citas «las oficinas procedieron a solicitar declaraciones de inexistencia de causas de incompatibilidad e intransferibilidad a todos los miembros designados, para proceder al nombramiento por el Consejo General de la Fundación”. Y trascendió que para una vocal, Giuliana Altea, «el problema de la intransferibilidad, considerando que Es presidenta de la Fundación Costantino Nivola, un “organismo de derecho privado bajo control público”.
Así, al final: la nueva resolución revoca la atribución de la presidencia y el nombramiento de Altea: Margherita Puledda ocupa su lugar. Todo está bien ahora, siempre y cuando otras comprobaciones no arrojen otros problemas.
(Uniononline/E.Fr.)
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