Roma, 1 de octubre. – “La superposición de competencias entre autoridades locales, regionales y nacionales, y los escasos recursos dedicados a la vigilancia y mantenimiento del territorio, han debilitado el sector forestal y contribuido al abandono de los bosques y de las zonas rurales, montañosas y de interior: una atención por parte del gobierno y de las regiones para reformar este sector aprovechando el trabajo, las nuevas habilidades, el relevo generacional, para afrontar los desafíos de la transición ecológica y la prevención de la inestabilidad hidrogeológica”. Esta es la queja de Onofrio Rota, secretario general de la Fai-Cisl, al final del seminario que reunió en Palermo a directivos, estudiosos y concejales de todas las regiones del sur de Italia sobre el tema de las políticas forestales.
“En nombre de la reducción de costes – afirmó el sindicalista – la silvicultura hoy parece ser concebida por las administraciones como un sector de nicho, a pesar de que concierne al bienestar y la seguridad de toda la comunidad. Sin embargo, en Italia los costes de las emergencias son mucho más caros que los de la prevención y siguen aumentando, hasta el punto de gastar 6.000 millones de euros cada año en daños causados por la inestabilidad hidrogeológica. La verdad es que el trabajo forestal no es un gasto sino una inversión para prevenir nuevas tragedias y mitigar los efectos del cambio climático que, como nos recordó el Presidente Mattarella hace dos días, Italia está afrontando de forma insuficiente, actuando de forma dispersa, con recursos ordinarios y herramientas obsoletas”.
“La cuestión ambiental debe estar en el centro de la agenda política en todos los niveles. – comentó el Secretario General de CISL Sicilia Leonardo La Piana – En Sicilia es necesario empezar de nuevo por la valorización del sistema forestal, la recuperación del territorio, sobre todo en términos de prevención de la inestabilidad hidrogeológica, que debido a la ahora evidente efectos del cambio climático, es esencial para pasar de la gestión de emergencias a la gestión prospectiva. Instamos al Gobierno regional a iniciar un debate sistemático con los interlocutores sociales, para poner en marcha una estrategia de crecimiento y desarrollo en materia medioambiental”
Entre los datos que surgen de la iniciativa, destaca la reducción a la mitad del número de fontaneros forestales: “En Sicilia – subrayó Adolfo Scotti, secretario general de la regional Fai-Cisl – pasamos de 33.000 a 15.000, lo que para un territorio tan extenso, con una Morfología compleja, es un número muy pequeño.” La misma tendencia se observa en las demás regiones: en Apulia hay actualmente 750 empleados, en Calabria 3.773, en Cerdeña alrededor de 5.000, en Campania el número pasó de 5.000 en 2012 a 2.430. “Es un escándalo – concluyó Rota – que nuestro país siga importando más del 80% de su madera y carezca de conexión entre la forestación y otros sectores como la energía, el turismo y la agroalimentación: la valorización de los ‘trajes verdes’ en términos de la producción y la prevención debe ser un tema prioritario en la agenda del gobierno y de las regiones”.