Después de una larga estancia en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (MANN), una extraordinaria joya de la antigüedad regresa a su lugar de origen. Se trata de la copa de obsidiana, uno de los tres hallazgos muy raros que datan de 1954, descubiertos para la ocasión en Villa San Marco, durante las excavaciones dirigidas por el gran Libero D’Orsi.
El extraordinario cáliz, exquisitamente engastado con hilos de oro y adornado con refinadas incrustaciones de malaquita, jaspe amarillo, lapislázuli y coral blanco y rosa, encontrará finalmente el escenario que le corresponde en el interior del museo que lleva el nombre de su descubridor. El Museo Libero D’Orsi, de hecho, en el sugestivo Palacio Real de Quisisana en Castellammare di Stabia, se prepara para mostrar al público una de las piezas más preciadas de su patrimonio.
Este feliz acontecimiento es posible gracias al acuerdo de valorización estipulado en 2023 entre el Parque Arqueológico de Pompeya y el Museo Nacional de Nápoles. El objetivo es promover una red territorial de sitios y lugares culturales de inestimable valor, haciendo del Museo Arqueológico de Stabia un verdadero centro de atracción.
En este sentido, Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico, subrayó la importancia de una intensa planificación futura. Las conexiones con el transporte público, la decoración urbana y la señalización son sólo algunos de los puntos clave del orden del día del encuentro previsto con el nuevo alcalde electo de Castellammare, Luigi Vicinanza.
De hecho, los planes de la administración incluyen la recepción de las villas de Stabia y la realización de importantes obras de restauración y accesibilidad, confirmando la ambición de hacer de la ciudad un centro de referencia en la valorización del patrimonio arqueológico regional.
Pero la copa de obsidiana no será la única novedad. De Mann también procede el famoso retrato-busto de una princesa julio-claudia, atribuido a Claudia Ottavia, hija de Claudio y primera esposa de Nerón. Un descubrimiento de altísimo valor artístico e histórico, que se encuentra en el larario de Anteros, el pequeño peristilo conservado en el museo.
Junto al busto también se expondrá la inscripción de Anteros y Heracleo, un testimonio más de la grandeza y el encanto de la antigua civilización romana.
En conclusión, la ciudad de Castellammare di Stabia, como su ilustre historia, vuelve a la vida gracias a estos hallazgos excepcionales. Un patrimonio cultural que se enriquece, una invitación al descubrimiento que se renueva, una historia que se sigue contando a través de los hallazgos más preciosos y significativos.
