Pocos días después de los nombramientos para dirigir las parroquias, el caso estalló en la diócesis de Reggio Calabria. En los últimos días, el arzobispo Fortunato Morrone ha nombrado a don Carmelo Perrello administrador parroquial de Santa María del Buen Consejo en Concessa, en la periferia norte de Reggio Calabria. El sacerdote ha sido acusado en el pasado de actos sexuales con una menor. Era un artículo publicado ayer en el sitio “Il Dispaccio.it” que vinculaba la noticia del nombramiento con el pasado judicial de Don Perrello. Noticia que llevó al garante de la infancia de la región de Calabria, Antonio Marziale, a adoptar una postura dura, partiendo de las palabras del Papa Francisco: «Los abusos sexuales por parte del clero son una monstruosidad. Un sacerdote, afirmó el Pontífice, no puede seguir siéndolo si es un abusador. No puede. Por qué está enfermo o es un criminal, no lo sé. El sacerdote existe para dirigir a los hombres hacia Dios y no para destruirlos en nombre de Dios. Tolerancia cero. Y así debe seguir siendo”.
«Me perseguían voces insistentes y preocupadas – explica el garante – No conocía la historia de este sacerdote. Investigué un poco y encontré mucho material. Si en realidad se trata de un delito prescrito y no absuelto la diferencia es abismal. Debo pensar y actuar según las leyes del país en el que ejerzo mi mandato – añade Marziale – y la absolución significa que el Estado lo investigó y no encontró elementos para condenarlo. Distinto es el plazo de prescripción, que en derecho penal determina la extinción, y no la absolución, de un delito tras el transcurso de un plazo determinado”.
