Cincuenta años, pero no lo parece. El club deportivo La Pieve di Pievesestina celebra este año medio siglo de existencia y ha querido celebrarlo como es debido convocando
reuniendo a todos los que vestían la camiseta. La Pieve fue fundada en 1974 por iniciativa de
algunas personas dispuestas que pertenecían a la parroquia local. Reunió a los jóvenes locales, justo al lado de la iglesia se construyó un campo que aún hoy luce hermoso, verde y bien cuidado, incluidos los vestuarios de los equipos y los árbitros. La Pieve es uno de los clubes más antiguos que participan continuamente en el campeonato amateur organizado por el Centro Deportivo Italiano, una comisión de Cesena, también ganó una edición en 1975 con la final disputada en el Manuzzi. El viernes fue verdaderamente un gran reencuentro con el presidente Gianluca Alessandri muy contento por cómo fueron las cosas. “Intentamos contactar con el mayor número posible de jugadores, pasaron muchos, casi mil, y no fue fácil. Pero muchos aparecieron y se identificaron en las tarjetas con fotografías colgadas en un tablón de anuncios expuesto fuera del club parroquial junto con los numerosos fotos de las distintas formaciones que se han sucedido a lo largo de los años Fue una gran satisfacción ver a los ex chicos ahora encanecidos por el paso del tiempo, aunque ya hayan pasado algunas décadas, pero muy felices de encontrarse recordando los buenos tiempos pasados. persiguiendo una pelota.” Entre otros, Sidio Corradi, ex jugador del Cesena, Bolonia y Génova, también jugó durante algunos años en las filas del Pieve. También estuvo presente el presidente del CSI Renato Quadrelli (director de casi 10 mil socios, 140 clubes deportivos afiliados, para más de 30 disciplinas deportivas practicadas) que tomó la palabra para recordar los últimos años y agradecer a la Pieve por lo que hace en favor de los jóvenes y los valores a los que apunta el CSI. Luego fue el turno de algunos veteranos que recordaron los buenos tiempos y también de algunos jóvenes que están renovando las glorias que son la tradición de la Pieve. Alguien ya no está, casi todo el mundo tiene algunas arrugas y kilos de más, hay quien ahora ve jugar a sus nietos con esa camiseta que llevaba hace 50 años, pero la alegría ha reinado y no sólo por las notas disparadas por el DJ. “Al final, todos estaban felices de haber encontrado en los campos de fútbol a sus viejos compañeros de tantas batallas – concluye Alessandri – de hecho, se reunieron para celebrar el siglo de vida de los Pieve”.
Daniele Zandoli
