Abuso a un menor, se defiende en la sala del tribunal de Ferrara La Nuova Ferrara

Abuso a un menor, se defiende en la sala del tribunal de Ferrara La Nuova Ferrara
Abuso a un menor, se defiende en la sala del tribunal de Ferrara La Nuova Ferrara

Ferrara Saludó al presidente del jurado con un “su señoría”, como en las películas americanas. Continuó, como en el peliculas americanasen una suerte de legítima defensa, consultando documentos, solicitando adquisiciones de cartas, impugnando declaraciones ajenas, quitándose la blusa para demostrar que no tenía los tatuajes que se le atribuyen, salvo un giro.

Parecía una puesta en escena estudiada, el examen realizado por Bruno Minute, un hombre de 31 años de origen búlgaro, con un pasado sufrió abusos y problemas psiquiátricos (no tanto como para volverlo incapaz de comprender y querer), procesado por haber engañado, violado y chantajeado a un muchacho (parte civil a través del abogado Emiliano Mancino) que en el momento de los hechos, estamos hablando de 2016, era un menor y no exenta de otras fragilidades. Minuto – quién está en prisión por otros episodios similares de solicitación y chantaje en serie en el norte de Italia – negó haber violado alguna vez al chico, aunque admitió las conversaciones de carácter sexual con él, que surgieron, afirma, tras conectarle con un perfil falso en Facebook, y las amenazas: la de la difusión de los vídeos en los que la víctima tuvo que realizar actos sexualessi no hubiera producido otros.

Todo proveniente de un video, que en teoría de la Fiscalía es el de la violencia, que sin embargo no fue encontrado en el celular de Minute. El acusado cuestionó que el violador que el niño habría reconocido fuera él -aunque ayer confirmó “al 100%” que era él- afirmando que, a diferencia de lo que había descrito No tiene tatuajes en los brazos.. Para demostrarlo, primero se arremangó la camisa, dejando ver los antebrazos libres de dibujos. Luego fue invitado a quítate la camisa por completo. En el hombro derecho ha aparecido un tatuaje que desciende hacia el bíceps: una Virgen. La víctima no lo reconoció, recordó que era un animal. Y mientras Minuto se disponía a vestirse, fue la intervención de un canciller la que le arruinó el espectáculo: «Hay un tatuaje en el hombro derecho». Era una cabeza de cabra, “un Capricornio”. “Aquí está”, dijo la víctima en voz alta mientras Minute se giraba para mostrar el dibujo al tribunal. Otro espectáculo. Envío de una carta a la fiscalía solicitando que testifique su compañero de celda, ante quien había hecho confesiones. Pero escribió a la fiscalía afirmando estar convencido de que Minute era culpable. Los dos se compararán el 11 de septiembre.

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