“Estoy muy feliz de que estas túnicas regresen a la que fue la diócesis de mi tío”. Son las palabras con las que Ángela Moietta, sobrina de Mons. Vittorio Moietta, entregó el hábito episcopal del difunto obispo a don Marco Mastroianni, postulador de la causa de beatificación y canonización del siervo de Dios.
En los últimos días, Don Marco estuvo en Brusasco, en la provincia de Turín, lugar de nacimiento de Mons. Moietta, donde, entre otras cosas, tuvo la oportunidad de conocer a la señora Ángela, hija de un hermano del prelado piamontés, que guarda vivos recuerdos de cuando, siendo aún niña, visitó a su tío en la entonces diócesis de Nicastro, la actual diócesis de Lamezia Terme, junto con su abuela paterna y otros familiares.
Un vínculo con la diócesis de Lamezia Terme que también ella, que vive en las inmediaciones de la que fue la ciudad natal de la sierva de Dios, no quiso romper, sintiéndose especialmente ligada a esta ciudad del sur, donde su tío dejó una huella imborrable de su ministerio, aunque breve, al frente de la docesis. En los últimos años, entre otras cosas, visita Lamezia para rezar ante la tumba de su tío cuyos restos, por voluntad del propio obispo, descansan en la catedral dedicada a los santos Pedro y Pablo.
Las túnicas episcopales, que a lo largo de los años han sido cuidadosamente recogidas y conservadas por la familia de Mons. Moietta se conservará ahora en el museo diocesano donde, en breve, se inaugurará una sección dedicada a la sierva de Dios que todos podrán visitar.
