Discurso de Paolo Berlusconi: “El periódico es una voz libre y dependiente”

Discurso de Paolo Berlusconi: “El periódico es una voz libre y dependiente”
Discurso de Paolo Berlusconi: “El periódico es una voz libre y dependiente”

Publicamos el discurso completo de Paolo Berlusconi pronunciado en la fiesta del 50 aniversario de la Giornale de Milán el 19 de junio de 2024.

Creo que 47 años no se pueden condensar en cinco minutos, he preparado un discurso de tres horas, pero me dijeron que está Giorgia Meloni y por eso me reduzco a los cinco minutos que nos pidió nuestro director y precisamente porque Quiero estar en cinco minutos Lo preparé, contrariamente a mis costumbres, leyendo.

Antes de estas breves reflexiones, quisiera dirigir un pensamiento agradecido a quienes fundaron este periódico junto con Indro Montanelli el 24 de junio de 1974: Enzo Bettiza, Gianni Granzotto, Cesare Zappulli, Gian Galeazzo Biazzi Vergani, Renzo Trionfera, Guido Piovene y luego en representación de todos aquellos que en diversas capacidades han dado su preciosa contribución en el pasado Mario Cervi, Livio Caputo, Amedeo Massari un grande, Roberto Crespi, Andrea Favari y Andrea Pontini, disculpas por los que no menciono.

Llegamos a este día en el que celebramos con orgullo el cincuentenario del periódico, una maravillosa aventura que acompañó el crecimiento de nuestro país y que tuvo dos protagonistas absolutos en Indro Montanelli y Silvio Berlusconi, una aventura que comenzó con el valiente, yo decisión casi imprudente de Indro y sus compañeros de viaje de abandonar el Corriere della Sera tras su giro a la izquierda para fundar Il Giornale Nuovo, dando así voz a esa Italia que ya no se sentía representada por ninguno de los medios de la época. Una aventura nacida de la pasión por una cultura liberal e inconformista que, sin embargo, corría el riesgo de tener que cerrar repentinamente sus puertas debido a las dificultades económicas encontradas en sus primeros años de vida si Silvio Berlusconi no hubiera estado presente.

Era el año 1977, ese día estaba almorzando con mis padres cuando llega mi hermano y me dice: “Papá, compré el periódico”. Mi padre, que regresaba del banco Rasini donde trabajaba trayendo consigo el Corriere della Sera, La Notte y después de 1974 también el periódico Montanelli, se vuelve hacia mi hermano con aire casi de reproche y le dice: “Pero lo que compraste para hacer el periódico, ¿no sabes que ya lo compré?”.

Evidentemente hablaban de dos cosas un poco diferentes, por lo que el periódico tuvo una segunda vida gracias a Silvio, que entonces era un joven emprendedor. La entrada de Silvio en el equipo de Giornale me recuerda un poco a todas las otras veces que mi hermano emprendió nuevas aventuras entrando en la historia y cambiándola.

En el sector inmobiliario con Milano Due y Milano Tre innovó en el urbanismo, luego inventó la televisión comercial e incluso logró competir con la Rai, en el deporte, lamento que Marco Tronchetti Provera esté aquí pero así es, entró el mundo del fútbol con el objetivo de llevar al Milan a la cima del mundo y lo logró, aún hoy es el presidente más exitoso de todos los tiempos.

Después del terremoto de Tangentopoli, entró en la arena política, fundó Forza Italia, ganó las elecciones y evitó así que nuestro país cayera en manos de la izquierda. Con el propio Giornale, en el panorama editorial de la época dominado por las informaciones del Corriere y de la Repubblica, salvó la única voz que representaba a la Italia burguesa conservadora, moderada y liberal de los años 70. Silvio, considerado entonces por la mayoría un advenedizo en el elitista salón editorial, cambió así una vez más la historia al dar continuidad al periódico aún frágil de Indro, un periódico que ponía en el centro a la persona y a la empresa, reivindicando su no- subordinación al Estado, que valoró la importancia de las pequeñas y medianas empresas, que creyó en el trabajo como motor de la vida democrática en el papel de nuestro país firmemente posicionado en la coalición atlántica. Una voz libre e independiente que siempre se ha definido como diferenciadora y que aún hoy, incluso con cifras de tirada diferentes a las de entonces debido a la llegada de las nuevas tecnologías, sigue representando una función muy importante en el panorama editorial italiano.

Un periódico que se ha renovado varias veces a lo largo del tiempo, se ha enriquecido con una hermosa edición digital, siempre fiel a sí mismo y a sus ideales, a su misión de acompañar al lector en la información, comprensión e interpretación de los hechos. Sin embargo, cuando Silvio decidió dedicarse a la política, nuestro director no lo aprobó, convencido de que la libertad de su criatura podría verse limitada e influenciada por el papel político de Silvio.

Afortunadamente, bajo la dirección de Vittorio Feltri, Maurizio Belpietro, Mario Giordano, Alessandro Sallusti, Augusto Minzolini y algunos otros amigos que dirigieron temporalmente nuestro periódico, demostramos que los temores de Indro eran falsos. Los editores que han triunfado a lo largo del tiempo, todos nombres prestigiosos del periodismo italiano, de hecho siempre han testificado que tuvieron editores en la familia Berlusconi y en mí que les dejaron la más absoluta libertad e independencia sin ejercer nunca ninguna presión ni condicionamiento. Ahora, después de muchos años, cuento con el apoyo en mi papel de editor del grupo Angelucci, que comparte con nuestra familia los mismos ideales de un país liberal, democrático, garantista, proeuropeo y atlantista y, por tanto, con gran afecto expreso mi más sincero Mis más sinceros deseos de lo mejor. Trabajo con Tonino Angelucci y mi amigo Giampaolo, que con sus colaboradores participa en la gestión de nuestro periódico desde hace casi un año.

Por lo tanto, desde el fondo de mi corazón, un cálido agradecimiento también a nuestros directores, periodistas, impresores, gerentes, ejecutivos y a todos aquellos que colaboraron en diversas capacidades, haciendo posible que con su apasionado compromiso y dedicación se publiquen todos los días en los quioscos de nuestra voz porque estoy realmente orgulloso de haberlos tenido a mi lado todos estos años. Por último, a nuestros lectores, como ya ha mencionado Alessandro, los verdaderos maestros del Giornale, como también escribió Indro Montanelli en su primer editorial y que dieron vida a lo que me gusta definir como la gran familia del Giornale.

Mi simple agradecimiento a ellos, un agradecimiento afectuoso, un agradecimiento agradecido por habernos seguido fielmente en nuestros primeros 50 años, seguro que comparten con nosotros el sentimiento de gran orgullo con el que hoy celebramos este cincuentenario de nuestro y su periódico. .

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