Para crecer en Piacenza, la Politécnica debe “desalojar” el museo de historia natural

De la comisión consultiva que tuvo lugar hoy en el municipio de Piacenza surgieron buenas y malas noticias. La noticia positiva es que el Politécnico de Milán tiene interesantes planes de desarrollo para la sede de Piacenza. Como explicó durante la audiencia el vicerrector Dario Zaninelli, nuestra ciudad podría acoger un nuevo curso de tres años de ingeniería mecánica en inglés para unos 200 estudiantes potenciales y un máster en arquitectura paisajista para otros 100 estudiantes. Entre otras cosas, la carrera de paisaje también podría estar abierta a los graduados en agricultura de Cattolica, lo que desencadenaría una interesante y estrecha colaboración entre las dos universidades. Un panorama aparentemente perfecto que repercutirá positivamente en la ciudad, ya que a los 1.150 actuales estudiantes de la “Poli” se sumarían 300 más: un recurso que no hay que desaprovechar.

Llegamos así a las malas noticias que surgieron esta tarde. Para fortalecer el centro universitario y dar cabida a nuevas titulaciones, la Politécnica necesita espacios adicionales. Los 1.600 metros cuadrados que ocupa actualmente el museo de historia natural son perfectos, ya que todavía se encuentran en el antiguo matadero de via Scalabrini. Para la universidad, tomar posesión de esos espacios es una “conditio sine qua non” y, si no hubiera disponibilidad, se pondría en marcha el plan B, mirando al norte de Milán y no al sur, es decir, a Lecco.

Sin embargo, si todo va bien, los estudiantes de primer año podrían llegar a nuestra ciudad ya en el año escolar 2025/26.

La administración municipal, representada durante la comisión por los concejales de urbanismo Adriana Fantini y de cultura Christian Fiazza, encontró una solución puente a la espera de la colocación definitiva del museo “desalojado” en el pabellón Palmanova del antiguo Laboratorio Pontieri. Una perspectiva que, por prestigiosa que sea, parece lejana (son necesarias importantes obras de renovación y consolidación). Por lo tanto, el museo cerrará el 31 de diciembre para reabrir aproximadamente nueve meses después en la ubicación temporal identificada en el primer piso (actualmente vacío) de la antigua Cámara de Comercio de Piacenza que la Cámara pondrá a disposición de forma gratuita (en préstamo) de Comercio de Emily.

La directora del Museo de Historia Natural de Piacenza, Annarita Volpi, explicó a los concejales que algunas de las colecciones conservadas dentro de los muros de via Scalabrini datan del siglo XVII/XVIII y son particularmente delicadas. La colección Cattolica, en cambio, consta de 14 mil piezas. Para la rica colección cedida por la familia Dosi, será necesaria la luz verde de los propietarios para la mudanza. Finalmente está el tema de la extrema fragilidad de la colección de abejas y avispas. Con cierto pesar, la directora subrayó que se trata del segundo paso en algunos años y, a pesar de comprender las necesidades de la Politécnica, se preguntó por qué el museo siempre sale perdiendo. Además, en la estructura del museo se están llevando a cabo actividades de investigación por encargo del CNR que no pueden ser interrumpidas y no pueden esperar a la disponibilidad de espacios futuros.

Annarita Volpi recordó que el personal del museo está formado por voluntarios que ciertamente no son suficientes para gestionar una mudanza que requiere disponer de trabajadores especializados.

Las decisiones tomadas por el consejo de Tarasconi sobre la estructura del museo incendiaron a la oposición, que atacó a los dos concejales con duras andanadas verbales.

Sara Soresi y Jonathan Papamarenghi calificaron de inapropiada la presencia y el papel de la concejala Adriana Fantini en el asunto, dado que ella, además de su papel político, desempeña actividades como profesora contratada en la Politécnica. Luigi Rabuffi, por su parte, destacó el coste de cada mudanza, que podría rondar los 400/500 mil euros. Según la ex alcaldesa Patrizia Barbieri, el traslado del museo al Palacio del Gobernador/Galería de la Bolsa significa marcar su fin.

Sin embargo, los concejales mayoritarios expresaron su agradecimiento por las decisiones tomadas: “Una oportunidad que no hay que perder”, como la definieron Salvatore Scafuto y Claudia Gnocchi.

En su discurso, la concejala Christina Fiazza aclaró que el coste estimado del traslado (a cargo de una empresa especializada) es de 120 mil euros y correrá a cargo de la Politécnica, que la sede temporal será en préstamo gratuito y que la elección realizada nos permitirá satisfacer las necesidades de todos de la mejor manera posible. El concejal explicó que la idea es que la fase de mudanza y el diseño de los espacios temporales del museo sean gestionados por un comité científico compuesto por el director Volpi, Antonella Gigli, ex directora de los Musei di Piacenza y Carlo Francou, fundador de Piacenza. Sociedad de Ciencias Naturales.

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