De prisiones llenas a la presidencia. Los alumnos de Galilei di Legnano en la escuela de justicia con Marta Cartabia

La “chispa” de Marta Cartabia, sangiorgese de nacimiento y entre los meritorios legnanos desde hace casi una década, se encendió cuando todavía estaba sentada en el colegio y quizás pocos hubieran imaginado verla convertirse en juez del Tribunal Constitucional, del que más tarde también sería la primera mujer presidenta, y ministra de Justicia. Y hoy, con un currículum que te hará temblar las muñecas ahora en su haber, el ex ministro también intentó encender esa misma “chispa” en los estudiantes del Liceo Galilei de Legnano, que dirigió el prof. Luca Scarafile y la directora de la escuela Fiorella Casciato han añadido una nueva pieza a un camino de educación cívica que en las últimas semanas ya los ha visto interactuar con Giuliano Amato y Nando Dalla Chiesa.

En el centro de un encuentro que abarcó desde las Erinias de la Orestíada hasta los años de matón de Daniel Zaccaro en Quarto Oggiarojusticia y Constitución: temas que los propios estudiantes han expresado con sus preguntas en diferentes matices, desde los tiempos “bíblicos” de la justicia italiana hasta las condiciones de las prisiones, pasando por la reforma del llamado primer ministro y la justicia restaurativa.

«A tu edad, cuando tuve que elegir el camino universitario, La “cuestión de la justicia” surgió dentro de mí. – les dijo Cartabia a los estudiantes -: todo empezó a partir de una chispa que estoy seguro hay en cada uno de ustedes. Definir qué es la justicia es imposible, pero Si os preguntara “¿Alguna vez habéis sufrido una injusticia?”, ¿cuántos de vosotros levantaríais la mano? Todos. Lo mismo pasaría si le preguntaras a cualquier persona que pasara por la calle, e incluso si lo preguntaras en una escuela infantil. Es una experiencia que se siente ardiente, incontenible, incluso frente a hechos que quizás no sean enormes, y es difícil de reprimir.”

«Qué hacer ante la experiencia de la injusticia – continuó el ex ministro -? No desaparece fácilmente, instintivamente despierta la necesidad de venganza. Una injusticia sufrida y no gobernada corre el riesgo de poner en marcha un mecanismo de venganza colectiva que, en lugar de detener la justicia, la multiplica. No podemos definir qué es la justicia, pero Podemos buscar una forma de justicia que sea cada vez más acorde con nuestra humanidad.. La necesidad de justicia es universal, pero las respuestas a las injusticias sufridas son muy diferentes a lo largo del tiempo: las expresiones de la administración de justicia caminan con la historia de la humanidad en busca de respuestas cada vez más adecuadas a una necesidad que está en cada uno de nosotros. La justicia es una búsqueda, es un camino que busca tomar en cuenta cada vez más adecuadamente toda la complejidad que se esconde detrás de una pequeña o gran injusticia, porque por grande o pequeña que sea, causa una herida insalvable en el alma de quien la hace. ha sufrido.”

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