La comunidad UniTS recuerda a la arqueóloga Federica Fontana

El 19 de mayo, a la edad de 61 años, falleció. Federica Fontanaprofesor asociado de Arqueología Griega y Romana en el Departamento de Humanidades.

Licenciada en Clásicos en Trieste en 1987, obtuvo luego la especialización en Arqueología Clásica en la Escuela Nacional de Arqueología “La Sapienza” en 1991 y el doctorado en Historia Antigua en la misma Universidad en 1995.

Esta combinación de habilidades, en un nivel de entrenamiento tan alto, es poco común, si no exactamente rara. Podría decirse que en la manera de trabajar de Federica Fontana, el conocimiento histórico era la premisa y la comprensión histórica el punto de llegada de las investigaciones realizadas con el método e interés de un arqueólogo; lo cierto es que la integración sistemática de múltiples saberes fue la base para el desarrollo de un camino de investigación cuya originalidad y fecundidad pronto fueron reconocidas a nivel nacional e internacional.

Así lo atestiguan las publicaciones -más de cien en total- acogidas con frecuencia en lugares prestigiosos, las numerosas participaciones en congresos, la actividad como profesor invitado en la Escuela Normal Superior de París, los muchos años de cooperación en iniciativas de investigación y difusión con maestros en el estudio de las antigüedades como Filippo Coarelli, John Scheid, Olivier de Cazanove, la pertenencia a numerosos centros, asociaciones y redes de investigación internacionales, así como la responsabilidad científica de proyectos destinados al estudio y a las intervenciones de recuperación en el contexto romano, llevados a cabo en colaboración con la Superintendencia Capitolina para el patrimonio cultural, como los relativos al Mitreo del Circo Máximo y al santuario de Júpiter Doliqueno en el Aventino.

Pero una razón notoria del interés por la actividad científica de Federica Fontana fue la creación de cara sacrouna iniciativa experimental destinada a reunir periódicamente, en torno a un tema determinado de la llamada “arqueología de lo sagrado”, a estudiosos de diferentes disciplinas, llamados a producir un marco multiperspectivo sobre la cuestión propuesta.

El tema ha cambiado de una edición a otra (hasta ahora han sido siete, a partir de 2012), mientras que sigue prevaleciendo el interés por las formas de contacto entre las diferentes culturas religiosas.

Es claro que esta propuesta interdisciplinaria, rigurosa gracias a su estructura y a la sabia selección de las habilidades puestas en cuestión, se presta también a generar preguntas metódicas, de base histórica y conocimiento responsable en torno a temas de actualidad.

En el ámbito docente, desde su entrada en servicio en 2001, o poco después, Federica Fontana ha impartido cursos de arqueología griega y romana, arqueología itálica, metodología de la investigación arqueológica, arqueología de las provincias romanas de tres años, nivel de maestría y para la Escuela Interuniversitaria de Especialización en Patrimonio Arqueológico (SISBA). Ha dirigido numerosas tesis de especialización y doctorado. Fue Delegada DiSU para la formación de posgrado y Directora del SISBA.

Desde 2005 es directora científica de la excavación DiSU en Aquileia (vía Gemina), de acuerdo con el Politécnico de Turín. La excavación también tiene un valor educativo, ya que recientemente se ha establecido como una actividad estable de prácticas para algunos cursos de tres años y de máster. La piedra angular de la enseñanza sobre excavaciones siempre ha sido el énfasis en la adquisición del método más que en la “recompensa” del descubrimiento, a pesar de la relevancia de los hallazgos aquileanos por parte de la propia profesora, como en el caso de la casa “Dancing Putti” de la época de Constantin.

Por su solidez científica, por su claridad de ideas y su capacidad de escucha, por su propensión a ir al grano en toda forma de comunicación, en los estudios como en la conversación libre, Federica Fontana fue una maestra en el sentido etimológico de la palabra, que del adulto que “deja una huella” en el alma del joven o la joven que lo escucha. Incluso el voluntariado social realizado en algunas zonas donde ofrecer ayuda humana es una experiencia muy difícil fue un componente, aunque tácito, de su capacidad para formar inteligencias abiertas y disposiciones generosas.

Hasta el final Federica fue ella misma, irónica, aguda, sustancial, hasta el último momento. La larga enfermedad la agotó pero no pudo abrumarla.

Toda la comunidad de la Universidad de Trieste se une con afecto en torno a su familia.

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