Se llamaba Sofia Stefani, tenía 33 años y fue asesinada de un disparo en la comisaría de la policía local de Anzola Emilia, en la provincia de Bolonia. Ella es una ex guardia de tránsito, quien en el pasado sirvió al mando de la Unión de Municipios. De las reconstrucciones iniciales parece que la mujer -de servicio hasta hace unos meses- habría mantenido una relación con otro ex policía. Se trata de Giampiero Gualandi, de 60 años, ex comandante de la brigada Anzola y todavía en servicio, cuya situación está siendo examinada ahora por los investigadores. La policía, habiendo llegado al lugar del crimen, está intentando reconstruir la dinámica de los hechos. El médico forense y el fiscal de turno también están llevando a cabo investigaciones. Mientras tanto, la jefatura de la policía local ha sido acordonada. La mujer recibió un golpe en la cabeza.
La reconstrucción
Según las reconstrucciones iniciales, parece que el disparo que mató a Sofía Stefani provino de la pistola reglamentaria de Gualandi. El policía, que será interrogado con la asistencia de un abogado defensor, afirmó que el disparo se realizó accidentalmente. Todo ocurrió poco antes de las 16.00 horas en una sala de la “Casa Amarilla”, sede de la policía local, donde ambos se habían reunido. Había otras personas en el edificio. La policía está escuchando a testigos para reconstruir qué pasó y qué tipo de relación había entre ambos.
Luto ciudadano
Giampiero Veronesi, alcalde de Anzola, también se pronunció al respecto. «Es un hecho que ha conmocionado a nuestro Municipio, la muerte de una joven de 33 años por un disparo de arma de fuego. Sin embargo, incluso ante algo tan traumatizante, no debemos tener la curiosidad morbosa de entender quién hizo qué, cuáles fueron las motivaciones. Eso quedará en manos de los investigadores, en su momento, quienes determinarán responsabilidades y culpables”, afirmó el alcalde de la pequeña localidad emiliana. «Lo que debemos hacer ahora – añadió – es unirnos a la familia de Sofía. Es una pérdida devastadora y por ello debemos tener la capacidad de reaccionar como comunidad, ante un hecho que, en un tranquilo municipio de 15 mil habitantes, sacude profundamente la conciencia. Y también por eso me dispongo a proclamar el duelo en la ciudad”.
