Italia atrapada por el mal tiempo: precipitaciones superiores a la media y un nuevo riesgo hidrogeológico

Italia atrapada por el mal tiempo: precipitaciones superiores a la media y un nuevo riesgo hidrogeológico
Italia atrapada por el mal tiempo: precipitaciones superiores a la media y un nuevo riesgo hidrogeológico

En los últimos días, el norte de Italia se ha visto afectado por una ola de mal tiempo que ha provocado precipitaciones excepcionalmente intensas, que han provocado graves perturbaciones y daños. Las lluvias incesantes, muy superiores a la media estacional, afectaron especialmente a Lombardía, donde se registraron importantes inundaciones y situaciones de emergencia hidrogeológica.

Lombardía, con Milán como epicentro de la crisis, vivió días de intensas perturbaciones. Francesco Vincenzi, presidente de la Asociación Nacional de Consorcios para la Gestión y la Protección del Territorio y de las Aguas de Riego (ANBI), destacó cómo “las inundaciones en Lombardía son una confirmación de nuestras preocupaciones: las cuencas de ampliación, a pesar de ser esenciales, resultan ser insuficiente ante fenómenos meteorológicos de una intensidad sin precedentes”. El caso del río Seveso es emblemático de esta insuficiencia, ya que pone de relieve los largos tiempos de construcción de las obras públicas, una media de 11 años, que corren el riesgo de dejarlas obsoletas incluso antes de su entrada en funcionamiento.

Los datos del CeDATer (Centro de Datos sobre Agua y Territorio Rural de ANBI Lombardía) pintan un panorama preocupante: en marzo cayeron una media de más de 218 milímetros de agua, tres veces la media del período 2006-2020 y muy por encima del máximo anterior de 140 milímetros. . Sólo la semana pasada, las cuencas de Lombardía registraron afluencias superiores a los 750 millones de metros cúbicos, concentrándose el 35% de las precipitaciones en las zonas bajas. El río Adda, gracias a las fuertes precipitaciones, alcanzó un caudal de 438 metros cúbicos por segundo, más del doble de su caudal habitual en un solo día.

A pesar de los esfuerzos inmediatos de los consorcios de recuperación, que realizaron maniobras hidráulicas para acelerar el flujo de agua, la cantidad de lluvia superó la capacidad de la red hídrica regional. Massimo Gargano, director general de ANBI, subrayó cómo “los fenómenos atmosféricos extremos han hecho que la red de drenaje de agua en toda Italia sea inadecuada, agravada por la imparable sobreconstrucción del territorio”. Es evidente la necesidad de un plan extraordinario de mantenimiento del territorio, propuesto por ANBI en 2019, que incluye 858 intervenciones con una inversión aproximada de 4.000 millones 340 millones de euros. Sin embargo, hasta el momento sólo se han llevado a cabo intervenciones aisladas.

Las reservas regionales de agua se encuentran en sus niveles más altos, con un excedente promedio del 35% y una acumulación de nieve de 924 millones de metros cúbicos. Este excedente representa un riesgo, ya que un aumento repentino de las temperaturas podría provocar un rápido derretimiento de la nieve, empeorando aún más la saturación de las cuencas fluviales ya llenas.

Las previsiones meteorológicas indican una continuación de las condiciones adversas. Las perturbaciones seguirán azotando el norte de Italia con precipitaciones generalizadas y persistentes, especialmente intensas en las zonas prealpinas. Las condiciones atmosféricas están influenciadas por una gran depresión sobre Europa occidental, que canaliza los vientos húmedos del sur a través del norte.
En Lombardía, las lluvias previstas irán acompañadas de chubascos y tormentas aisladas, con vientos moderados y ráfagas de cierta intensidad, lo que aumentará el riesgo de nuevas inundaciones y daños. Las zonas más afectadas son las provincias de Varese, Milán y Como, donde las precipitaciones ya han alcanzado picos de 100 milímetros en sólo 12 horas.

El mal tiempo tuvo importantes repercusiones en el medio ambiente y la sociedad. Las inundaciones causaron daños a infraestructuras, viviendas y actividades agrícolas. La saturación de las cuencas fluviales provocó riesgos de inundaciones, mientras que las redes de agua y alcantarillado resultaron incapaces de gestionar el volumen de agua, con las consiguientes molestias para los ciudadanos y las actividades productivas.

Además, las condiciones climáticas extremas han puesto de relieve la vulnerabilidad de la infraestructura italiana al cambio climático. No se puede posponer más la necesidad de intervenciones estructurales y de un plan de mantenimiento del territorio. La propuesta de ANBI, aunque ambiciosa, representa una respuesta necesaria para afrontar los desafíos futuros.

La ANBI presentó en 2019 un plan de eficiencia que incluye 858 intervenciones con una inversión aproximada de 4.000 millones 340 millones de euros. Este plan, de implementarse, podría mejorar significativamente la gestión de los recursos hídricos y la prevención de riesgos hidrogeológicos. Sin embargo, como subraya Massimo Gargano, “se necesita voluntad política para poner en marcha un plan extraordinario de mantenimiento del territorio en toda la península”.

El mal tiempo que azota el norte de Italia es una llamada de atención que no se puede ignorar. Las autoridades e instituciones deben actuar urgentemente para mejorar la eficiencia de la red hídrica y tomar las medidas de mitigación adecuadas. Es fundamental invertir en el mantenimiento y mejora de las infraestructuras para proteger el territorio y las comunidades de los efectos cada vez más devastadores del cambio climático. Sólo con un enfoque sistemático y coordinado será posible abordar los desafíos que plantean las condiciones climáticas extremas y garantizar un futuro más seguro y resiliente para todos.

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