Un gran trabajo de Wallcovering para celebrar la relación entre Venecia y el Adriático.

El núcleo poético, estético y narrativo de la última exposición individual de Austin Young / Fruta caída es una boda en el sentido literal, como sugiere el título de la exposición Las bodas del mar (El rapto de Venecia)y en el sentido metafórico de un amor que nace juntos entre la ciudad de Venecia y el mar que la baña.

Promovido por la galería THE POOL NYC con motivo de la sexagésima edición de la Bienal de Venecia y expuesto hasta el 30 de junio, el Palazzo Cesari Marchesi se convierte en un lugar idílico para celebrar el punto más alto de una relación no siempre fácil entre la ciudad y el mar Adriático y lo cual, precisamente en virtud de esto, distingue a la Serenissima como única en el mundo.

Austin Young _ Fallen Fruit, ‘Matrimonio del mar (El rapto de Venecia)’, 2024, cortesía de The Pool NYC – foto Maria Rosce

“Si esas paredes pudieran hablar”forma habitual de hablar de los secretos que se esconden en el interior de cada hogar, se traduce por el grupo nacido en Los Ángeles en 2004 en la intervención inmersiva y site-specific de revestimiento de paredes. El campo visual del espectador se ve así invadido por una historia a gran escala, fruto de un recorrido por la ciudad en busca de sugerencias que transmitir al público asistente a la exposición. “El objetivo – dice Young – es compartir mis percepciones a través de una aventura estética”y esto es precisamente lo que sucede ante la presencia de un fresco contemporáneo capaz de condensar las glorias de la antigua República con elementos submarinos como algas, plantas, corales, mariscos y peces propios de la laguna.

La inmersión para el visitante es doble: por un lado, queda envuelto por la instalación en las paredes del edificio; por otro, participas de la acción de los turistas que lanzan al agua monedas de oro que golpean rostros, cuerpos y fauna. En este contexto, los símbolos de la historia del arte veneciano se condensan en una única obra experiencial junto a una criatura del abismo en vidrio. María Grazia Rosin. matrimonio del mar No es sólo un homenaje a la ciudad de Venecia y a sus artistas, sino también una advertencia al turismo de masas, a la explotación de un territorio que corre el riesgo de quedar muy lejos del imaginario de portada que quiere representar, como afirman Viola Romoli y Luigi Franchin. , directores de THE POOL NYC: “Esta instalación artística inmersiva, sublime e inmersiva representa una imagen alegórica de Venecia seducida por el turismo, una ciudad que ha sacrificado su capital cultural y su entorno por la codicia”.

Austin Young _ Fallen Fruit, ‘Matrimonio del mar (El rapto de Venecia)’, 2024, cortesía de The Pool NYC – foto Maria Rosce

El “matrimonio” entre espectador y trabajo, entre turista y ciudad, puede decirse que es verdaderamente completo cuando, con la celebración del ritual inaugural de la representación de Irene Machetti, In signum veri amorisel artista proclamó los siguientes versos como culminación de una acción colectiva:

“Los dioses están enojados
El Mar ya no tiene lágrimas que derramar
Si el mar sube, todos caemos.
Este matrimonio es nuestra ofrenda de sacrificio a las Antiguas Deidades del Agua.
Al casarnos con el Mar prometemos amarlo y protegerlo.
Hoy, mañana y por siempre.
Desponsamus te O Mare”

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