Como informa amarantomagazine.com a finales de mes, máximo en la primera quincena de junio, elArezzo presentará el documento de viabilidad del estadio (Docfap) al Municipio. La última reunión con el alcalde Alessandro Ghinelli y la administración tuvo lugar el 23 de febrero, con la satisfacción declarada de las partes. Los documentos están en desarrollo desde hace varias semanas y el proyecto inicial, que el presidente Guglielmo Manzo ilustró durante la velada en el teatro Pietro Aretino, ha sufrido importantes modificaciones.
La superficie comercial, originalmente mucho mayor, se ha reducido. Se trata de evitar quedar bajo el escrutinio de la región de Toscana y de agilizar el procedimiento burocrático, que ya de por sí es muy largo. Vale recordar que desde el 1 de enero de 2023, con la entrada en vigor de la llamada “ley de estadios”, el panorama general ha mejorado algo. El Decreto Legislativo 38/2021, entre otras cosas, prevé la posibilidad de ceder a los clubes, de forma gratuita y durante 99 años, el derecho a superficie, viático para el restyling o reconstrucción total de las instalaciones. El proceso administrativo también se ha simplificado, también gracias a la reducción de las limitaciones medioambientales y paisajísticas: una buena noticia para muchos pero no para todos, hasta el punto de que en algunas ciudades (Milán, Parma, Roma) han surgido comités que luchan por evitar excesivamente Fuertes impactos en términos de consumo de suelo, carga urbanística y emisiones contaminantes.
Hasta la fecha, para dar una idea de la complejidad de la operación, en Italia sólo hay siete clubes que tienen estadio propio: Juventus (estadio Allianz de Turín), Sassuolo (estadio Mapei en Reggio Emilia), Udinese (estadio Bluenergy ), Frosinone (estadio Benito Stirpe), Atalanta (estadio Gewiss de Bérgamo, aún a punto de finalizar), Cremonese (estadio Giovanni Zini) y Albinoleffe (estadio Albinoleffe de Zanica, provincia de Bérgamo).
En cuanto al proyecto del nuevo estadio de Arezzo, comisariado por M28Studio de Roma, la idea inicial era construir una instalación con una capacidad total de aproximadamente 12.140 asientos (umbral suficiente para la aprobación de la UEFA), todos sentados y cubiertos. Todos los sectores actuales serían demolidos excepto la tribuna cubierta, mientras se discute la torre que debería levantarse entre Curva Nord y Marathon, destinada a albergar oficinas y alojamiento para huéspedes. La inversión global, que se financiará mediante capital privado, créditos deportivos y préstamos bancarios, se estima entre 22 y 28 millones de euros. Pero ahora podría ser un poco más comedido.
Las obras, en el mejor de los casos, no comenzarían hasta el verano de 2025. Se espera que la demolición, la eliminación de materiales y la reconstrucción completa del estadio duren aproximadamente 3 años.
