La situación en el condominio Ater en Via Adamoli en el número 48, en Colleatterrato Basso en Teramo, está lejos de resolverse
Una vez concluidas las obras de reconstrucción tras el terremoto del pasado mes de octubre, 28 familias desplazadas recuperaron las llaves de sus apartamentos, pero dicen que esto fue sólo el comienzo de una serie de problemas. En lugar de alegrarse por el regreso a la normalidad después de siete años de vivir como personas desplazadas, los inquilinos se encontraron con muebles y accesorios dañados, fugas de agua, espacios comunes abandonados y desechos de obras de construcción abandonadas. A pesar de los numerosos intentos de resolver la situación y de las protestas dirigidas contra Ater, sólo una parte de las familias regresó a sus apartamentos.
Los demás continúan pagando alquiler en alojamiento alternativo debido a los gastos necesarios para arreglar las viviendas y las críticas condiciones del condominio. Además, la falta de mantenimiento también se hace evidente en los dos ascensores que no funcionan, lo que obliga a personas mayores y personas con discapacidad a vivir aisladas. La situación higiénica es igualmente alarmante, con muebles rotos y hierba alta que podría favorecer la proliferación de ratones, mientras que un apartamento del cuarto piso sigue inutilizable debido a graves infiltraciones de agua. La esperanza es que Ater Teramo, propietario de las propiedades, resuelva el problema lo antes posible, garantizando a los inquilinos un entorno digno y seguro en el que vivir.
