Fue el 8 de diciembre de hace diez años cuando una redada al amanecer condujo al arresto de 16 personas. La historia, apodada ‘Las llaves mágicas’, tuvo una enorme notoriedad en toda Italia. La acusación era de haber creado una asociación criminal dedicada a la clonación y recarga ilegal de llaves de máquinas expendedoras de snacks y bebidas dentro de las antiguas fábricas de Fiat en Termoli y otras regiones italianas. Según la acusación, la organización operaba desde Molise. Ahora, después de diez años, ese asunto se ha disuelto por completo. En las últimas horas, el Tribunal Supremo de Casación anuló sin demora las sentencias que habían condenado al presunto líder de la banda y a un ex colega suyo por asociación para delinquir, primero en Larino y luego en apelación en Campobasso. Los demás cargos, incluidos robo, recepción de bienes robados y fraude informático, ya habían sido retirados en el pasado.
Durante la investigación se investigó a unas 150 personas. Quienes tenían los cargos más graves ahora están completamente limpios del asunto: el Tribunal Supremo ha anulado las sentencias sin aplazamiento, excluyendo así un nuevo juicio. “Estamos muy satisfechos porque desde el principio siempre hemos sostenido que no había asociación criminal”, dijo a Telemolise el abogado Michele Liguori, defensor del hombre acusado de ser el jefe de la organización. “Los jueces aceptaron plenamente lo que siempre ha sido nuestra tesis”.
Sigue existiendo una paradoja en este largo asunto judicial. Doce de los inicialmente implicados optaron por el juicio abreviado y fueron condenados. Quienes optaron por el rito ordinario han obtenido hoy la absolución total.
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