Para nuestras hijas siempre serás el “dulce papá”.

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En la iglesia del Gesù Redentore de Mercatello sólo hay lugar para el inmenso amor que iluminó la vida de quienes conocieron a Gianluca Chiaiese, el…

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En el Iglesia del Gesù Redentore en Mercatello sólo hay lugar para el inmenso amor que ha iluminado la vida de quienes ha conocido Gianluca Chiaieseel fisioterapeuta de Salerno, de 37 años, que perdió la vida en un accidente de tráfico la noche del lunes al martes en Cava de’Tirreni. Ayer por la tarde, para recibir el ataúd y la multitud, frente al cementerio de la zona este, estaban los amigos, familiares y pacientes de Gianluca y una pancarta que resume en unas emotivas palabras lo que hizo el joven de Torrione que dejó una esposa y dos hijas pequeñas ( 5 y 9 años) en una noche trágica. «Bondad de corazón y espíritu libre… un apoyo para quienes te amaron» escrito sobre un fondo blanco en suave cursiva e iluminado por un cálido sol primaveral. Mucha, demasiada gente en la iglesia y afuera para recibir a Gianluca por última vez acompañado de atronadores aplausos y una foto con una sonrisa emblemática frente al bufanda granate de Salernitana. Esa misma sonrisa recordada por todos, entre las lágrimas y la emoción de quienes compartieron partidos fuera de casa y días en el estadio de Arechi con el joven salerno: un gran hincha granata que amaba al equipo de su ciudad y sabía alegrarse también a través del deporte, como así como durante esas cenas y esas fiestas entre amigos de toda la vida que –conmovidos– intentan leer un pensamiento durante la homilía.

LA MEMORIA
La misma emoción que don ciro torre que celebró el rito fúnebre quedando muchos de pie fuera del patio y que dejó el tiempo de aquel momento sagrado a las palabras del esposa feliciana, “entregado” a una hoja de papel en blanco y un bolígrafo y leído por un amigo. «Gianluca, el amor de todos: cualquiera que se ha topado contigo en su vida ha tenido la oportunidad de experimentar tu bondad, tu disponibilidad y sobre todo tu sonrisa. Yo, tus hijas, tu familia y tus amigos, todos hemos sentido tu amor lleno de entusiasmo, de alegría, de ganas de vivir. En tu vida – escribe tu esposa – has afrontado todo con orgullo, con entusiasmo, con proyectos diferentes e ilimitados cada día. Cada día un nuevo sueño: así tu vida seguía siendo un sueño. Siempre tuviste una pequeña oportunidad de demostrar que eras feliz y regalaste esa felicidad a cualquiera que se cruzara con tu mirada. Hombre generoso en sentimientos y afectos, lograste entrar en el corazón de todos en un instante. Por eso siempre permanecerás con nosotros, siempre que lo necesitemos, tu sonrisa nos dará la fuerza necesaria. No existe el padre perfecto pero puedo decir que tú, con tus peculiaridades, has sabido que todo sea especial para nuestras niñas. Estoy seguro, y te lo aseguro, de que siempre seguirás siendo su dulce padre. No os abandonaremos ni por un momento. Estás con nosotros: gracias por darnos tu vida.” Una vida aún plena, transportada a otras vidas, compartida con todos con los pensamientos dejados por amigos que – a su vez, dicen – nunca dejarán solas a sus hijas y a su esposa.
EL CURA
Don Torre pidió entonces a los numerosos presentes que «agradecieran los gestos y las palabras de Gianluca» porque «su lugar – dijo – inevitablemente permanece aquí, su ausencia duele pero nadie los olvidará. No podríamos imaginarnos encontrarnos hoy aquí, vivimos en la incertidumbre del mañana. Pero el amor siempre nos hará recordar a este niño, cómo fue capaz de dar vida y apoyo a los demás, debemos hacerlo junto a él ahora.”

Sobre las notas de “Amor de mi vida” antes (cantado por un representante del coro del que era miembro el padre de Gianluca hace muchos años, dirigido por Ciro Caravano) Y “Abrázame” luego, en el patio frente a la iglesia, Gianluca dejó su dulce huella, una vez más, uniendo a todos en un verdadero abrazo a la vida, esa vida que tanto amaba y que una trágica fatalidad le arrebató demasiado pronto.

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