TÉRAMO. En Castelfranco Veneto, en Villa Ca’ Amata, está en marcha la exposición de Diego Esposito “El lugar invisible”, curada por Marco Meneguzzo y organizada por la Galería Allegra Ravizza. El artista de Teramo, de fama internacional, que espera traer sus obras a su ciudad para una exposición prevista para finales de junio, expone en el Véneto obras de los últimos 25 años. Esposito trabaja conceptos esenciales que relacionan la acción y presencia del ser humano con el mundo y el universo. «Estar en el mundo significa sentirse parte de las relaciones incorpóreas que, como una red invisible, nos envuelven en cada lugar en el que nos encontramos» se lee en la presentación de la exposición. «El artista, como un vidente, percibe este fluir y se da a la tarea de revelar la trama infinita en la que estamos envueltos la mayor parte del tiempo sin ser conscientes de ello. Por ello, los conceptos de “lugar” y “relación” son fundamentales en su investigación que, de forma excéntrica respecto a las conexiones habituales, pretende resaltar algunos de ellos, el ser humano como finito frente a la infinidad de tramas posibles. . Así, también en esta exposición se establecen relaciones y triangulaciones en el espacio y el tiempo, a través de 17 importantes obras, cada vez renovadas por el hecho de estar en lugares diferentes pero conceptualmente significativos.” Esposito, nacido en 1940, vive y trabaja entre Milán y Venecia. En su Teramo natal creció en el histórico barrio de San Berardo, luego se formó en Nápoles: «Allí comprendí», dice, «que existe una contemporaneidad entre el arte antiguo y el arte moderno». (afu)
