La congestión del tráfico en la carretera que une Via Irno con Brignano generó caos y molestias para las personas que se dirigieron por la mañana al cementerio de Salerno. Los pocos policías presentes (los demás implicados en el evento deportivo Pedalando per la Città) hicieron todo lo posible para evitar los atascos. La situación, como era previsible por la concomitancia de superposiciones de nombramientos en una ciudad sin reglas ni organización, se salió de control.
La falta de una regulación adecuada del tráfico fue especialmente crítica en un día como el Día de la Madre, cuando el flujo de visitantes al cementerio es tradicionalmente alto. Era conveniente posponer Pedalando per la città al domingo siguiente para evitar problemas.
Los coches, aparcados de forma desordenada a ambos lados de la carretera, complicaron aún más el tráfico en una carretera ya de por sí estrecha. Son numerosas las quejas de los ciudadanos por el tráfico, el aumento de los precios de las flores y las velas y, sobre todo, la presencia asfixiante de aparcadores ilegales que han contribuido al desorden.
