Hoy ha sido el día decisivo para la cesión de la marca y el nombre ‘Chievo’, perteneciente al equipo de fútbol veronés que quebró hace dos años. Lo ganaron Sergio Pellissier y Enzo Zanini. Lo adquirieron por 330 mil euros durante una subasta con la presencia de los síndicos concursales. Su oferta superó la de un grupo de empresarios vinculados al presidente de Vigasio, Cristian Zaffani, sobre quien se cernía la sombra del ex presidente del Chievo, Luca Campedelli.
Cerca de un centenar de aficionados estuvieron presentes.
Durante la conclusión de la subasta, Pellissier, ahora presidente del Clivense ascendido este año a la Serie C (Zanini es entrenador), vitoreó con entusiasmo, como solía hacer en el campo. La noticia provocó una gran celebración por parte de al menos un centenar de aficionados que ocuparon Via Scalzi, donde se encuentra la oficina de Renzo Panozzo, síndico de la quiebra junto con Luca Toninelli.