Se presentó en Milán el libro “En la mesa con De Nittis Italien, pintor, gourmet”

Se presentó en Milán el libro “En la mesa con De Nittis Italien, pintor, gourmet”
Se presentó en Milán el libro “En la mesa con De Nittis Italien, pintor, gourmet”
El libro “A la mesa con De Nittis Italien, peintre, gourmet (y sus amigos)” del periodista y escritor Nino Vinella, de Barletta como el famoso artista, fue presentado ayer en primicia nacional en Milán, en la conferencia celebrada en Palazzo Reale como evento relacionado con la exposición “De Nittis, pintor de la vida moderna”, que se celebrará con éxito de público hasta el 30 de junio.

Presentado por Domenico Piraina, director de cultura del Ayuntamiento de Milán y del Palacio Real, el encuentro fue saludado por las intervenciones del presidente de la Asociación Regional de Apulia de Milán, Camillo de Milato, y del presidente de la Comisión del Consejo de Cultura del Ayuntamiento de Barletta, Ruggiero Fiorella, y del síndico para Lombardía del Comité italiano de Canne della Battaglia ODV, Antonio Luzzio.

Moderó el estudioso de las tradiciones populares Giuseppe Selvaggi, la presentación del tema original denittisiano del autor Nino Vinella (con la voz narrativa de Edilberto Giannini y las incursiones teatrales con trajes del siglo XIX de los actores Alessandro Tacconi y Maria Carolina Nardino) dirigido a un atento y numeroso público de participantes.

Pinceladas de la vida artística, digresiones gastronómicas, atmósferas y sugerencias entre Italia, Francia e Inglaterra a mediados y finales del siglo XIX. Así se contaba la figura de De Nittis y su esposa Leontine a través de las obras del célebre artista y de aquellas veladas de sábado que transcurrían en su casa de París, apreciadas por todos por el ambiente informal, la vivacidad de la conversación, la buena música y comida realmente deliciosa, preparada por el anfitrión.

Además de amigos de toda la vida, como los dos hermanos Goncourt, Desboutin, Daudet, Manet, Degas, Caillebotte, Claretie, personajes como Oscar Wilde, Zola, el hijo de Dumas, Burty, Forain, Legros, Stevens, Tissot, la princesa Mathilde Bonaparte , Gustave Doré, Huysmans, Leconte de Lisle, Maupassant.

Y luego, por supuesto, los italianos de paso por París. Entre todos, Diego Martelli, el gran crítico y partidario de los Macchiaioli y apasionado de los impresionistas, que nos dejó una descripción extraordinaria de aquella “casa de un verdadero parisino, de esos parisinos que tal vez estén bautizados en Barletta, pero que son legítimos”. .

A este testimonio hay que añadir otros, como el entusiasta de Edmond de Goncourt que, en su célebre Diario, crónica memorable de aquellos años extraordinarios, nos regaló cada momento de aquellas cenas “verdaderamente encantadoras”, entre los chispeantes platos japoneses. foukousas, “que son como puntos muy luminosos y muy alegres en las paredes” y el olor del “gran plato de macarrones” que “él mismo cocina, a su manera napolitana”.

De Nittis, desde sus inicios en Nápoles y durante su experiencia en la Escuela Resina, se dedicó a la pintura al aire libre, practicada directamente al aire libre y no en el estudio. Esta práctica, nacida a mediados del siglo XIX, representa un desafío a la educación académica tradicional basada en lecciones presenciales, con copia de modelos y trabajos de estudio.

En París, De Nittis entabló relaciones con artistas como Manet, Caillebotte y, sobre todo, Degas, con quien entabló una profunda amistad basada en la estima y la admiración mutuas. Fue el propio Degas quien lo invitó a participar en la primera exposición impresionista en 1874, en el estudio del fotógrafo Nadar, donde De Nittis presentó cinco obras, principalmente ejemplos de pintura al aire libre, incluidas dos vistas del Vesubio.

La pintura al aire libre representa el punto de encuentro entre De Nittis y el impresionismo. La paleta se ilumina con tonos vivos, la pincelada se vuelve más libre y menos detallada, los volúmenes se construyen no a través del claroscuro, sino a través del contraste cromático. Las composiciones se abren y adquieren ligereza; Los intensos efectos de contraluz, transparencias y sombras de colores muestran la continua investigación sobre la luz.

NavigazDe Nittis, desde sus inicios en Nápoles y durante su experiencia en la Escuela de Resina, se ha dedicado a la pintura al aire libre, practicada directamente al aire libre y no en el estudio. Esta práctica, nacida a mediados del siglo XIX, representa un desafío a la educación académica tradicional basada en la enseñanza en el aula, con la copia de modelos y el trabajo en el estudio. En París, De Nittis entabló relaciones con artistas como Manet, Caillebotte y más. todo Degas, con quien entabla una profunda amistad basada en el respeto mutuo y la admiración. Fue el propio Degas quien lo invitó a participar en la primera exposición impresionista en 1874, en el estudio del fotógrafo Nadar, donde De Nittis presentó cinco obras, principalmente ejemplos de pintura al aire libre, incluidas dos vistas del Vesubio.

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