La situación financiera del BFF Bank se complica aún más, registrando una marcada caída del 32,39% en el valor de sus acciones. Este descenso sigue al fuerte colapso que ya se experimentó el día anterior. La principal causa de esta disminución está representada por las decisiones adoptadas por el Banco de Italia, que, tras un control de las prácticas de gestión del crédito público del BFF, impuso una serie de medidas restrictivas.
Las medidas adoptadas por el regulador italiano incluyen la suspensión temporal de la distribución de beneficios u otros elementos que constituyan el activo del banco. Además, se pidió a BFF que suspendiera la parte variable de la remuneración de sus empleados y que suspendiera cualquier plan de expansión en el extranjero. Este último punto implica la prohibición de abrir nuevas sucursales o extender la presencia a nuevos países mediante la prestación de servicios.
Otra restricción se refiere a la política comercial de las acciones del BFF Bank. A partir de hoy y hasta nuevo aviso, los operadores tendrán prohibido realizar órdenes para comprar o vender acciones sin un límite de precio predefinido. Probablemente esta medida se adoptó para evitar una mayor volatilidad en el precio de las acciones, ya muy afectado por los acontecimientos recientes.
