Inaugurado oficialmente Noceto, el restaurante del Palazzo Utini, en el edificio que albergaba el histórico Águila Romana

Inaugurado oficialmente Noceto, el restaurante del Palazzo Utini, en el edificio que albergaba el histórico Águila Romana
Inaugurado oficialmente Noceto, el restaurante del Palazzo Utini, en el edificio que albergaba el histórico Águila Romana

Un sueño de diez años finalmente se ha hecho realidad. Desde ayer se inauguró oficialmente el restaurante del Palazzo Utini, hogar de una hospitalidad total, ubicado en Noceto, dentro de los muros que acogieron el éxito gastronómico de L’Aquila Romana, restaurante con estrella de 1972 a 1991. En aquel momento, ¿qué La animada L’Aquila fue la gracia y la elegancia de Giorgio Petrini, que ya entonces organizaba menús de degustación con platos de tendencia creativa (su esposa Mina estaba en la cocina) y proponía un maridaje de vinos diferente para cada plato.
Alessandro Utini, que desde niño vivió a no más de doscientos metros de aquel lugar que era destino consolidado de una densa peregrinación gastronómica, siempre ha cultivado su memoria y la ha mantenido clara. Con la intención de dar nueva vida a un lugar de gusto tan cargado de historia, haciendo de Noceto un punto de interés para la hostelería y, una vez más, la gastronomía, Utini se ha centrado en Enrico Bartolini y su innegable capacidad para crear proyectos sartoriales exitosos, que capturan la esencia de un territorio y proponerlo nuevamente, con lecturas inteligentes y muy sensibles, en clave contemporánea, proyectándolo en una dimensión más amplia que también pueda ser disfrutada por una clientela internacional.

Bartolini, un chef con trece estrellas Michelin, que con el asesoramiento del Palazzo Utini consiguió sumar diez restaurantes de alta cocina en Italia y que contó -como en otras ocasiones- con el trabajo del interiorista Stefano Guidotti, que se encargó de todo proyecto de renovación, creando un espacio elegante y actual donde los colores papel de azúcar y masilla, declinados en matices cautivadores, dialogan con el oro y las formas acogedoras, logrando abrazar las más variadas y preciosas obras de arte, propiedad de la familia Utini y del abogado Fulvio. Villa, un refinado amante de la belleza, comentó lo siguiente sobre la última adquisición: «Inmediatamente vi en ella una riqueza noble y antigua para compartir con viajeros de todo el mundo. La familia Utini hizo una inversión impresionante: prácticamente reconstruyeron el palacio, convirtiéndolo en una casa con quince habitaciones y suites y dos restaurantes. Cada detalle ha sido pensado para que cada ambiente sea cálido y confortable, intentando dar un toque moderno a un edificio histórico.”

Para interpretar la propuesta gastronómica del restaurante Palazzo Utini, Bartolini eligió a Roberto Monopoli, un chef de origen de Apulia, nacido en 1984, que cuenta con diversas experiencias junto a importantes chefs (de Valeria Piccini a Claudio Sadler, de Fabio Barbaglini a Alain Ducasse y Christophe Martin). ). Y acaba de dirigir Il Parco di Villa Grey en Forte dei Marmi, galardonado durante dos años con una estrella Michelin. Alessandra Veronesi (que organizó la bodega con 450 artículos para 4.500 botellas), que ya forma parte del personal de Bartolini, es la responsable de la gestión del restaurante. La carta del Palazzo Utini incluye, además de la posibilidad de optar por tres o cuatro platos, dos menús degustación: Soqquadro (9 platos por 170 euros) y Aprovecha el momento, un menú libre del chef (7 platos por 150 euros).


El pasado 2 de mayo, la degustación de algunos platos extraídos de la carta de Soqquadro, para un pequeño grupo de periodistas del sector: Del Scardovari al Noceto (ostra del Delta del Po con espárragos blancos y puerros asados); Judías verdes, peras, hierbas aromáticas con base vegetal; Fondant de parmesano (ñoquis de parmesano con sopa de guisantes, mejorana y rábano picante) Cordero, acelgas, mostaza (cordero cornigliese lacado con mostaza, acelgas, jugo, queso Fossa DOP), prepostre Pepino marinado en vinagre de yuzu, espuma de menta y sorbete de verbena y diferentes postres. Desde soufflé de almendras, salsa de limón y pimienta, crumble de almendras y sorbete hasta Banana Split (mousse de plátano con ron, tartar de plátano y nueces, galleta de chocolate, crema marmolada para terminar) pasando por Crema y Fresas (helado de crème fraîche, compota de fresas y datterini) . En resumen: platos concebidos a partir de materias primas seleccionadas, donde el conocimiento técnico y la cocción milimétrica expresan sabores armoniosos y muy equilibrados. Concreción, medida y elegancia.

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