Durante el G7 de la Justicia en Venecia, rebautizado por los manifestantes de los centros sociales del Nordeste como “de la injusticia”, se produjeron enfrentamientos con la policía a pocos pasos del evento. Las tensiones estallaron cuando alrededor de 250 manifestantes intentaron acercarse al lugar de la reunión, y la policía llevó a cabo algunos ataques para dispersar a la multitud y evitar cualquier violencia.
Los manifestantes exhibieron banderas palestinas y corearon consignas en apoyo de Gaza, protestaron contra la situación actual en Palestina y criticaron a los ministros por no ser capaces de comprender la realidad del mundo. Expresaron su desacuerdo con respecto a la guerra y subrayaron la importancia de una justicia “desde abajo” que defienda las realidades territoriales.
Mientras tanto, en la cumbre de ministros de Justicia de los siete países se creó el “Grupo de Justicia de Venecia”, un organismo permanente destinado a fortalecer y coordinar iniciativas sobre cuestiones urgentes, incluidos los problemas relacionados con la guerra en Ucrania y la lucha contra el crimen organizado. la trata de personas y la propagación de drogas peligrosas como el fentanilo.
Durante la cumbre se compartieron experiencias y propuestas sobre la lucha contra el tráfico internacional de drogas sintéticas y la trata de personas. Además, se expresó preocupación por la situación en Ucrania y la lucha contra la corrupción internacional.
Algunos ciudadanos venecianos se manifestaron en silencio colgando una sábana blanca con la inscripción “No puede haber justicia sin compartir social, económico y medioambiental, ¿cuándo se abolirán los paraísos fiscales?” desde las ventanas de un edificio frente al edificio de la cumbre, llamando la atención de los ministros que pasaron bajo ese balcón antes de entrar al G7.
