«Papá murió como un héroe. Quería salvar a sus compañeros atrapados”

DE NUESTRO REPORTERO
PARTINICO (PALERMO) – «Debería estar aquí ahora. Aquí con nosotros. Deberíamos reírnos de algo, pelearnos por su Juve y oírle decir esa recomendación de siempre: ahorra dinero, no quemes todo lo que consigues. Sparagnate, como decía en siciliano. Papá era así. Siempre estaba pensando en el futuro, el nuestro más que el suyo. Se rompió la espalda para darnos más oportunidades de las que le dio la vida. Y ver las cosas desde este final te pone triste. ¿Qué sentido tiene vivir siempre con el freno puesto para darlo todo a la familia y luego morir así a los 59 años?».

La voz de Gaspare tiembla de emoción. En sus 31 años de vida estas palabras son las más difíciles de su vida. Pensando en su padre, Ignacio Giordano“Me duele no poder siquiera explicártelo”, dice. Pero él y sus hermanos -Davide, de 26 años, y Fabrizio, de 25- han decidido hacer un regalo a ese hombre que ya no está entre nosotros: un homenaje a la memoria de lo que una vez fue. Para no recordarlo sólo como uno de los cinco muertos en el alcantarillado de Casteldaccia. «Para que quede huella de la maravillosa persona que fue».

¿Qué es lo primero que te viene a la mente sobre él cuando piensas en ello ahora mismo?
«Siempre está trabajando duro para ayudar a los demás. No sólo nosotros en la familia sino todos. Esa mañana también fue así. Dio su vida para intentar salvar a sus compañeros en dificultades. Murió como un héroe.”

¿Cómo se enteró de lo que había pasado?
«Olvidémoslo, vámonos… sólo de pensarlo te enojas. Me lo dijo mi cuñado que vio la noticia en alguna parte y recordó que mi padre trabajaba para la empresa involucrada. Mi madre de una prima. No quería creerlo. Siguió diciendo que es imposible. Corrió a la empresa para saber más y allí un empleado le hizo entender que papá estaba ahí abajo. Incluso hoy ella no lo cree. Espera que en cualquier momento papá abra la puerta y entre…” Interviene Fabrizio “Soy enfermero, trabajo en cuidados intensivos. Cuando damos noticias serias a familiares siempre hay un psicólogo a nuestro lado y los médicos. ¿Pero sabes cómo me enteré? De noticias de Facebook. Me enteré del accidente y llamé a papá, quien siempre contestaba, día y noche. Cuando escuché sonar el teléfono lo entendí. Entonces no supimos encontrar las palabras adecuadas para decírselo a Davide que vive en Alemania. Un amigo suyo lo pensó, leyó la noticia, se fue a su casa y le dio el pésame. Él todavía no sabía nada…”

¿Has aprendido algo sobre la dinámica del accidente y la falta de seguridad?
“No. Todo lo que sabemos es lo que escuchamos en la televisión”.

¿Era un padre estricto? —responde Gaspare.
«Era un hombre justo y por tanto tenía la severidad de las personas adecuadas. Yo diría rigor, más que severidad. Aprender sobre la vida de él fue increíble. Nos enseñó rectitud, educación y ¡ay de nosotros si levantáramos la voz a mamá! El respeto y el amor por ella siempre ha sido absoluto”.
Davide interrumpe a su hermano para repetir que sí, que era un héroe, “un hombre a quien respetar y que siempre estuvo ahí, siempre se podía contar con él en los momentos oscuros”.

¿Cuánto ganó?
«Máximo 1.500 euros», dice siempre Gaspare. «Todos los que estamos en la familia hacemos trabajos que valen más o menos 1.500 euros, somos gente humilde. Nunca nos hemos permitido ir juntos de vacaciones a algún lugar. Nunca excesos. Nos pedía que ahorráramos para el futuro y siempre encontraba la manera de ayudarnos a comprar un coche y montar una casa. Me casé hace un año. Lo recuerdo entrando a la iglesia con mamá, estábamos tan felices… estos últimos días hemos vuelto a ver la película de la boda. Fue doloroso. Mi esposa y yo tendremos hijos, duele pensar que él nunca los conocerá.”

¿Qué esperas ahora?
«Justicia, por supuesto. Exigimos justicia”, es la respuesta de Fabrizio (la familia está asistida por el abogado Bartolomeo Parrino). «Tenemos mucha ira dentro de nosotros… no deberíamos estar aquí describiendo a un hombre respetable, correcto, generoso, que murió de trabajo. Incluso por cómo murió se puede entender qué clase de persona era… Debería estar aquí con nosotros y en cambio lo vimos por última vez sin vida, en la ambulancia que se lo llevó. Y suerte que alguien nos avisó, aunque no con el tacto y la delicadeza de un psicólogo profesional. Si hubiésemos llegado media hora más tarde ni siquiera habríamos podido despedirnos de él por última vez”.

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