La última vez fue hace veintiún años. El quinto ascenso de Como a la máxima categoría fue el del Gran Salto de C a A en 2000-02. Una historia en algunos aspectos similar, en algunos aspectos muy diferente a la actual. ¿Las similitudes? Sencillo: un club (el de Preziosi) que quería escribir algo duradero en la Serie A, hasta el punto de pensar en un nuevo estadio (fuera de la ciudad).
Un ascenso deseado (“Dentro de cinco años estaremos en la Serie A”, dijo Preziosi cinco años antes cuando asumió el cargo, y cumplió su palabra), pero por otro lado sorprendente, porque el equipo acababa de ascender y porque Preziosi se había acostumbrado de vez en cuando a exagerar con sus faraónicas pero a veces infructuosas campañas de fichajes (el equipo 97-98 y el equipo 99-00). El equipo de ascenso a A sólo había conservado a ocho jugadores del ascenso a B (Brunner, Bega, Brevi, Stellini, Colacone, Ardito, Femiano, Spinelli, entre otros, no todos titulares) y el equipo se había rehecho (en parte en verano, en parte en noviembre) con la llegada del hit de Bolonia Oliveira, primero (estrella de la temporada) y luego de Gallo, Gregori, Terni, Dundjerski, Music, Nappi, Corrent, Zanini, Taldo, Allegretti, Pedone. Mientras que Carruezzo, Manzo, Centi, Giusti, Lombardini fueron sacrificados.
Un equipo dirigido por el silencioso Loris Dominissini, fallecido hace tres años, entrenador que inventó a Preziosi al ascenderlo como suplente de Marini al final de la 99-00. En torno a quien se creó una jaula de asesores, el propio Preziosi, el director deportivo Gentile, el director general Imborgia, que absorbió las tensiones dejándolo libre de hacer lo que quisiera, es decir, las cosas en el campo. Un equipo pragmático, que quizás se parecía en algunos aspectos al equipo de este año en su capacidad para traducir las acciones en goles en apenas unos pocos pases, gracias a los goles de Taldo y de Oliveira.
