LADISPOLI – La construcción del carril bici está paralizada, hay pocas plazas de aparcamiento disponibles para los residentes y ahora también multas por parte de la policía de tránsito. Nada es bueno para los habitantes de Via Venezia, Via La Spezia, Via Napoli y Via Palermo, que también pagaron el precio del repentino apagón eléctrico debido a un cable cortado por error durante las obras. La noticia de estas horas es que también hay tolerancia cero por parte de la Policía Municipal de Ladispoli, que ha comenzado a sancionar a quienes dejan sus coches cerca de los cruces y en los pasos de peatones, quizás con una sola rueda. Comportamiento en cualquier caso contrario a la normativa relativa al código de circulación, pero en estas calles hay exasperación por parte de la población. «Es imposible encontrar plazas de aparcamiento en esta zona y las obras no avanzan: el centro de Ladispoli es inhabitable», desahoga un joven automovilista que acabó en el punto de mira de los agentes. Casi todo el mundo en Via Venezia piensa así. «Quien no tiene garaje está jodido aquí, esta obra empezó mal y está empeorando. Nuestros juicios ya no cuentan para nada”, comenta Massimo. Además, el viento ha derribado las barreras que delimitan el recorrido del carril bici/peatonal, por lo que nadie sabe cómo llegará a la estación de tren y hay chatarra en mitad de la vía. Además, las señales de tráfico han acabado en el suelo y los residuos (papel, plástico, botellas de vidrio) se acumulan entre la valla y la acera. En verano se temen aún más inconvenientes, cuando también llegan los veraneantes romanos.
Los vecinos siempre destacan la posible difícil convivencia entre quienes irán en bicicleta y quienes tendrán que cruzar su puerta con su coche, teniendo en cuenta que el carril bici está delante de las entradas. Un peligro extra en las horas más oscuras del día.
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