De Roberto De Santo
El sistema de extracción del aceite esencial de bergamota tiene una historia rica y fascinante. Una historia que tiene sus raíces en la legendaria llegada a las costas de Reggio Calabria de este precioso cítrico que aquí, gracias a un hábitat favorable, adquirió aquellas cualidades conocidas desde la antigüedad en todo el mundo. Se dice que la bergamota fue importada por Cristóbal Colón desde Canarias, otros sostienen que todavía es de origen ibérico, pero proviene de la ciudad de Berga de la que tomó su nombre: Citrus Bergamia Risso.
Según la reconstrucción, citada también por el Consorcio de Protección, el primer método de extracción se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII en la costa de Calabria. Según esa versión, las cáscaras de bergamota se prensaban manualmente y la esencia era absorbida por esponjas naturales.
El nacimiento de la “máquina de Calabria”
Y Calabria, y en particular la zona de Reggino, donde prospera este cítrico, también fue responsable de la invención, en 1840, del primer instrumento tradicional utilizado para la extracción del aceite esencial de bergamota.
Se trata del exprimidor de bizcochos más conocido con el nombre de “máquina calabresa”. Gracias a esta máquina inventada por Nicola Barilla y perfeccionado junto con Luigi Altieri, el método de extracción se convirtió en un sistema. Por ese invento patentado, los dos también obtuvieron un premio del Reino de las Dos Sicilias en 1844.
La maquinaria calabresa garantizó una mayor eficiencia y menos tiempo para extraer la esencia de las cáscaras, mejorando también su calidad.
Luego siguió, en 1875, un mecanismo nuevo y más preciso inventado por Gàngemi. Fue él quien ganó el concurso convocado por el consorcio agrícola de Reggio Calabria para mejorar la producción.
Este método, también llamado matiz, es desde hace siglos la base de la producción del aceite esencial de bergamota en Calabria. Un método que consistía en el prensado en frío de las cáscaras de la fruta, que se doblaban y prensaban a mano sobre una esponja natural. La esponja absorbió la esencia y luego se escurrió y se dejó decantar.
Un sistema que garantizaba prosperidad a familias enteras de la zona y que también fue llamado el oro verde de Calabria.
La llegada de la automatización
Ahora el procesamiento está completamente automatizado. La bergamota se procesa con peladoras de agua, equipadas con sistemas automáticos de carga y descarga de los frutos. Las máquinas raspan el exterior de los cítricos en un chorro de agua, creando una emulsión que luego se separa en centrífugas para aislar la esencia del agua.
El término deriva del aceite esencial de bergamota que se presenta como un líquido transparente, de color verde a amarillo verdoso, y está compuesto principalmente por una fracción volátil (95%) y una fracción no volátil (5%). Entre los principales componentes químicos encontramos limoneno, acetato de linalilo, linalol, γ-terpineno y β-pineno.
Este aceite es muy apreciado y utilizado en todo el mundo por sus propiedades aromáticas y terapéuticas, encontrando uso en cosmética, perfumería y como aromatizante de productos alimenticios. Su producción es un ejemplo de cómo tradición e innovación se unen para crear un producto de alta calidad apreciado a nivel internacional.