La situación es cada vez más tensa: secuencias sísmicas muy largas en los Campi Flegrei. Desde la medianoche del lunes 6 de mayo hasta ayer por la tarde se produjeron más de cien temblores de diferente magnitud (ayer por la tarde 2,7 a las 19.37). Durante la noche los fuertes temblores despertaron a numerosos vecinos, algunos de los cuales prefirieron abandonar temporalmente sus viviendas y pasar el resto de la noche en la calle. Los dos eventos más enérgicos a las 3.47 horas de magnitud 3,2 y a las 5.53 horas de magnitud 2,9, ambos a aproximadamente 1.500 metros de profundidad con epicentro en el lado de Solfatara, lado de Pisciarelli. Gran preocupación y nervios entre los habitantes de la zona de Flegreamuchos de los cuales ven aparecer o ampliarse grietas y fisuras en sus hogares.
Lo que también causa ansiedad es la aceleración de la elevación del terreno, que corresponde a sacudidas cada vez mayores. De hecho, en el último mes se ha registrado bradiseísmo «una elevación en la zona de máxima deformación de aproximadamente 3 centímetros», según informó ayer el boletín semanal del Observatorio Vesubiano. En comparación con la media mensual, la velocidad de elevación parece haberse triplicado, lo que también explica, según los estudiosos, el aumento de los terremotos y su creciente potencia. La Protección Civil Nacional vigila constantemente la situación y, según las primeras investigaciones, no se han detectado nuevos daños en estructuras de viviendas o edificios públicos en la zona de Flegrea. Ayer por la mañana en Pozzuoli las escuelas permanecían abiertas. El alcalde Luigi Manzoni explicó en las redes sociales que las escuelas “son los lugares más seguros y controlados”.
Sin embargo, muchos ciudadanos llevan mucho tiempo pidiendo a la administración municipal de Pozzuoli que sepa con precisión las zonas en las que pueden reunirse en caso de largas secuencias sísmicas con fuertes temblores como el de anoche. Muchos han hecho saber que prefieren pasar la noche en la calle, quizás con la ayuda de tiendas de campaña, cenadores u otras estructuras móviles. Una solución que, al menos por ahora, los administradores municipales de Pozzuoli no tienen intención de adoptar. Hace unas semanas, el concejal de urbanismo Giacomo Bandiera explicó al «Corriere del Mezzogiorno»: «Si empezamos a montar tiendas de campaña damos la señal de que las casas no son seguras». En definitiva, quienes gobiernan el territorio intentan no alarmar a los vecinos; pero ante los continuos temblores, el optimismo de quienes sienten su casa temblar varias veces durante la noche va menguando.
Ayer, sin embargo, el jefe de la protección civil nacional, Fabrizio Curcio, todavía se encontraba en estos lugares. Estuvo en la isla de Ischia donde celebró la primera cita de formación y la definición del primer plan de protección civil de la isla (hasta hoy Ischia no tenía ninguno). Curcio precisó: «Hoy hablamos de planes en una zona caracterizada por riesgos que van más allá de los límites municipales». Tras el desastroso deslizamiento de tierra del 26 de noviembre de 2022, se decidió formar un frente común entre los seis municipios insulares y desarrollar una única herramienta de protección civil.
Mientras tanto, el gobernador de Campania, Vincenzo De Luca vuelve a acusar al gobierno Meloni de “irresponsabilidad”. «Necesitamos la aprobación – afirma – del plan de desarrollo y de cohesión de la región de Campania, que ha sido bloqueado irresponsablemente por el gobierno, porque ese plan contiene una intervención de decenas de millones de euros para crear vías de escape en los Campi Flegrei».
