Hoy, a las 15 horas, en la sede de Confindustria Cuneo ha comenzado la reunión entre la empresa y los interlocutores sociales sobre el conflicto que afecta a veinticuatro trabajadores de Giordano Vini, despedidos mediante carta el 24 de abril.
La empresa ya no los necesita. En cambio, se propuso a otros veinte empleados el traslado a Bardolino, en la provincia de Verona. Difícilmente aceptarán mudarse de Diano d’Alba al Véneto.
Familias, hijos, hipotecas. Con una transferencia, tendrías que empezar de cero, cambiar tu vida.
Y cambió en apenas unos minutos, el tiempo que se tarda en leer un correo electrónico, el de los trabajadores que organizaron hoy una manifestación frente a Confindustria. Con ellos, Flai CGIL. La comunicación de empresa, el llanto, la incredulidad. “Hasta un día antes éramos indispensables, ahora ya no somos necesarios. Trabajamos con Covid, sin parar nunca. Triplicaron su facturación; nos dejaron en casa. Cada uno de nosotros tiene su propia vida y sus propios problemas: ahora están sin trabajo y sin seguridad”, nos dicen.
Los trabajadores tendrán seis meses de red de seguridad social. El sindicato exige más. La disputa apenas comienza.
