Una multitud de familiares y amigos en la catedral de San Giorgio, en Modica, para el último adiós a Alessandro Brafa, de 38 años, fallecido el 30 de abril después de una semana de agonía. Había sido hospitalizado en el centro de quemados Garibaldi de Catania tras haber sido envuelto en el fuego de un contenedor que contenía material inflamable. Alessandro estaba realizando algunos trabajos en casa cuando ocurrió el trágico accidente. La santa misa fue celebrada por el párroco de San Giorgio, padre Michele Fidone, y por el padre Antonio Sparacino. El padre Fidone, en su homilía, pronunció palabras de consuelo para Federica, esposa de Alessandro, y para sus hijos, Asia y Leonardo, gravemente afectados por la tragedia, así como para los demás familiares del matrimonio que, hace apenas unas semanas, en San Giorgio, había renovado el sacramento del matrimonio 17 años después de la boda. El padre Michele recordó también el fructífero diálogo que se había establecido con Alessandro y su familia. Un largo aplauso y mucha emoción cuando el féretro salió de la Catedral de San Giorgio. Lágrimas de ira por un destino malvado que arrancó a un joven de la vida y de sus seres queridos.