La ridícula declaración de la administración municipal de Teramo.
Quizás para preparar las elecciones europeas y alcanzar el consenso de los ciudadanos, quizás para no contravenir la reciente modificación del art. 9, fundamental de la Constitución, “que también atribuye a la República la protección del medio ambiente, la biodiversidad y los ecosistemas y especifica explícitamente un principio de protección de los animales”.
Nuestro previsor alcalde Gianguido D’Alberto, apoyado por la ilustrada concejal Pina Ciammariconi, responsable del bienestar de los animales, tal vez se sintió obligado a llenarse la boca con promesas para proteger a los pobres jabalíes, prometiendo jaulas trampa en lugar de fusiles despiadados, por una captura sin barbarie, alabando el bienestar de los animales, pasando por alto el objetivo final que es enviarlos a los laboratorios de matadero.
Es correcto que los ciudadanos no tengan que pasear por la ciudad con jabalíes, pero es igualmente correcto que los ungulados pobres, obligados a huir de sus hábitats naturales para escapar de la caza despiadada, puedan ser reinsertados en su antiguo contexto medioambiental. Por lo tanto, pedimos que se desbarate esta burla y se tomen las decisiones correctas para los animales y los seres humanos, para proteger la biodiversidad y el bienestar animal, recurriendo a etólogos expertos en la materia.
Tramo de Lida de Teramo ODV
Catia Durante presidenta de la sección LIDA Teramo.
