El golfo de Gela en el “nuevo” Mediterráneo

El Mediterráneo, hoy, se abre a una nueva historia.

Su relevancia geopolítica ha aumentado considerablemente y los últimos acontecimientos ofrecen señales importantes para una modernización de la logística marítima en el sur de Italia. La ubicación central del Golfo de Gela puede representar un incentivo, pero se necesitan voluntad política e inversiones.

Gela es el almacén de “paradojas” más prolífico. La estación de ferrocarril, construida y nunca utilizada, se ha convertido en una estación de autobuses interurbanos. Sin embargo, el sistema portuario de la ciudad destaca en lo más alto de este curioso ranking. En el golfo hay un puerto refugio, un puerto insular y un muelle de desembarco, pero es como si el territorio no tuviera ningún amarre marítimo.

El puerto refugio nació mal y es peor: constantemente enterrado, no puede albergar ni siquiera embarcaciones pequeñas. El muelle de desembarco, que durante décadas representó una preciosa estructura al servicio de la marina local y del comercio con la costa africana, está en ruinas: la falta de mantenimiento y el abandono provocaron el colapso de una sección del muelle.

Incluso caminar sobre este “brazo” residual es imposible. Junto con la cercana “Conchiglia”, una playa costera de rara belleza arquitectónica, hoy esqueleto de hormigón, constituyen la tarjeta de visita que la ciudad ofrece a quienes llegan por mar.

La tercera estructura marítima es el puerto insular: es el sexto puerto siciliano por toneladas de mercancías manipuladas. Manejamos carga seca, petróleo y productos químicos y gas. La estructura consta de un muelle principal de 2,8 kilómetros de longitud, que parte del continente y termina en un cuadrado, y un rompeolas de pared vertical.

Requirió grandes inversiones, pero su uso, por sus características, está reservado al tráfico de petróleo. Con la fábrica a pleno rendimiento su utilidad de un solo uso estaba justificada, pero con el desmantelamiento de la planta petroquímica, la isla-puerto también corre el riesgo de convertirse con el tiempo en un nuevo naufragio.

Por último, el puerto-refugio. Podría ser una estructura valiosa al servicio del puerto deportivo. El turismo marítimo está experimentando un desarrollo extraordinario. Quienes poseen embarcaciones, de vela y de motor, (hay muchas en la zona), deben utilizar el puerto de Licata o Marina di Ragusa, ambos bien equipados y destino para el turismo marítimo.

Una paradoja, por tanto.

Las principales compañías navieras y operadores logísticos internacionales están intensificando sus llamamientos para una rápida modernización de las infraestructuras logísticas en el sur de Italia. Proponen la implementación de plataformas logísticas avanzadas, nodos intermodales eficientes y acceso directo a una red ferroviaria de alta velocidad que se extienda hasta el norte de Europa.

Esta necesidad surge de la ambiciosa visión de transformar los puertos del sur de Italia en centros logísticos comparables al puerto de Rotterdam, conocido por su eficiencia y capacidad de gestión del tráfico de mercancías.

La reciente ampliación del Canal de Suez, junto con sus problemas operativos y el aumento del tráfico internacional de mercancías, ha hecho que ya no sea conveniente para muchos operadores de comercio marítimo llegar directamente a los puertos del norte de Europa.

Esta situación se ve exacerbada por el aumento de los costos de transporte, los fletes y los costos de seguros. Como resultado, muchas compañías navieras prefieren optimizar sus rutas para reducir costos y tiempos de transporte.

Cada día, alrededor de 40 barcos pasan por el Canal de Suez, mientras que otros 30 circunnavegan África y regresan al Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar. En total, alrededor de 70 megabuques por día optan por estas rutas, muchos de los cuales hacen escala en los principales puertos de transbordo como Algeciras, Valencia, Barcelona, ​​Vado Ligure y Gioia Tauro.

En este último, como en los demás puertos mencionados, la falta de conexiones ferroviarias eficientes obliga al transbordo de contenedores a buques más pequeños para su entrega final en puertos más pequeños, situados principalmente en el sur de Italia, con el consiguiente alargamiento de los tiempos de transporte.

Mejorar la infraestructura logística en el sur de Italia no sólo aumentaría la eficiencia del transporte de mercancías a Europa, sino que también podría estimular la economía local a través de nuevas oportunidades de empleo y desarrollo.

Este proceso de modernización, sin embargo, requeriría importantes inversiones públicas y privadas, así como colaboración internacional para garantizar que las nuevas infraestructuras sean sostenibles y estén bien integradas en el tejido económico y medioambiental europeo.

Los puertos sicilianos, en particular el puerto de Augusta, se encuentran en una posición estratégica para responder a estas necesidades, siempre que se lleve a cabo una modernización sustancial. Ya se está realizando un gran esfuerzo en esta dirección. La construcción del Puente del Estrecho de Messina, junto con la implementación de una red ferroviaria de alta velocidad, podría revolucionar el transporte de mercancías, facilitando un acceso rápido a todas las regiones europeas.

El golfo de Gela constituye hoy un vínculo importante con la costa africana gracias al gasoducto submarino de metano de Eni y al puerto de la isla. Todo al servicio del país. Vale, pero ¿por qué no invertir para que el territorio también se beneficie de infraestructuras portuarias?

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