Génova en la guarida del diablo en busca de gloria y venganza

Quizás sea exagerado afirmar que Génova, esta vez, goza del favor de las previsiones, pero no estamos tan lejos. De hecho, la dichosa serenidad del rossoblù es la sensación opuesta al mar tormentoso en el que navega un AC Milan a la deriva.

El Grifo tiene el deber de intentar mejorar aún más su ya ilusionante ranking y devolverle algo de disgusto al Diablo. No hace falta tener memoria de elefante para recordar el robo cometido por el equipo milanés en Marassi: el gol decisivo de Pulisic tuvo que ser anulado por una bofetada que se le escapó al árbitro y a Var cuando se gestaba un empate justo y lógico.

La sed de redención, si se mira más de cerca, representa un estímulo adicional para la pandilla de Gila, que pasó una semana de trabajo pensando -pero no como una obsesión- en Monza y Turín, teóricamente alcanzables. Está bien intentarlo, para poner una guinda más a un pastel ya suculento y para autoproducir nuevos estímulos después de haber alcanzado no sólo la salvación sino también esa cuota de 42 que el entrenador de Biella se había marcado como objetivo personal.

Fuente: página oficial de Facebook de Génova CFC 1893

El señor Alberto ha caído cada vez más en la genoanidad de la que ahora está imbuido. Sólo falta la última pieza, la oficialidad, para celebrar la continuación de una relación edificante y un augurio -si el mercado lo permite- de una mayor satisfacción. Mientras tanto, ciertamente tiene sentido reunir más apoyos en San Siro, después de los –muy platónicos– obtenidos al final del partido contra el Inter, donde el árbitro de turno cometió un acto imperdonable. Esta vez, sin embargo, además de los elogios que la acompañan, habría que ponerse un poco de pan debajo de los dientes: ergo, un resultado aceptable.

La estrategia ya está definida: empezar como un cohete, persiguiendo una ventaja temprana que permita – en palabras de Boskov – “romper el puente entre los aficionados y el equipo”. Por supuesto, los del pobre Diablo, que tristemente se arrastra hacia el enfrentamiento con el objetivo de conservar el segundo puesto, aunque compense a otros tontos como el de Turín, donde se consiguió el empate sin haber disparado nunca a portería: récord negativo absoluto. Los rossoneri han anunciado la huelga de apoyo como protesta contra los jugadores y directivos, a todos los cuales se culpa del actual estancamiento.

Independientemente del marco ambiental, El Génova sabe jugar aprovechando las debilidades de un rival desequilibrado y sin centrocampistas. Un Milan totalmente comprometido en la ofensiva, con Leao, Giroud, Pulisic y Chukwueze, protegidos por detrás – por así decirlo – por la dupla Adli-Rejnders, ciertamente no dos ladrones de balones. Por supuesto, los rossoneri tienen excelentes talentos, que deben ser monitoreados cuidadosamente, pero su falta de talento puede abrir perspectivas brillantes. Sin embargo, nunca te fíes de Leao y Hernández: en ese frente, De Winter (ahora todo genovés, después de la redención obligatoria) sería ampliamente preferido sobre Vogliacco, pero no es tan obvio que el intercambio de posiciones se produzca.

Con los tres zagueros decididos, en la delantera todavía le corresponderá a Gudmundsson (que debería superar a tiempo un leve ataque de gripe) y a Retegui, que tarde o temprano tendrá que revertir la tendencia, pero Vitinha debería ser evaluado con mayor fiabilidad. : difícilmente desde el primer minuto, pero seguramente se le concederá una parte del partido.

Finalmente, en el centro del campo, Thorsby se ha ganado con creces otros 90 minutos de saltos y entradas, pero la confirmación del trío que hizo furor contra Cagliari no es un hecho. Sería necesario mirar más de cerca a Bohinen (otro neo-Rossoblù definitivo), pero ¿a quién sacrificar entre Thorsby, que merecería una confirmación, y Badelj, cuyo valor absoluto y utilidad son conocidos? Quizás el exjugador de Salerno tenga que esperar una semana más o, al menos, conformarse con una aparición durante la segunda parte.

Por último, atención a Spence, otro elemento a observar con curiosidad y minuciosidad: su físico duro podría ser útil para amordazar a Leao.

PIERLUIGI GAMBINO

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