La gestión del servicio de agua en Agrigento, Consulta di Aica escribe a Schifani

La gestión del servicio de agua en Agrigento, Consulta di Aica escribe a Schifani
La gestión del servicio de agua en Agrigento, Consulta di Aica escribe a Schifani

El Consejo de Aica escribió una carta al Presidente de la Región, Renato Schifani, sobre la gestión del servicio de agua en la provincia de Agrigento, destacando las cuestiones críticas y proponiendo soluciones para salir del actual estado de crisis. Aquí está el texto de la carta.

“El abajo firmante Consejo de las asociaciones de AICA-Azienda Idrica Comuni Agrigentini, pretende llamar la atención de las instituciones sobre cuestiones críticas y propuestas para favorecer la salida del estado de crisis del agua en el que se encuentra la zona de Agrigento. Es necesario, en lo que respecta a nuestro papel estatutario, contribuir a orientar la tendencia de la crisis hacia una reorganización estructural de la estructura del Servicio Integrado de Agua gestionado por la empresa pública, con el objetivo primordial de fortalecer sus condiciones económico-económicas operativas. . El arte. 172, párrafo 4 del Código Ambiental, al implementar el principio de alcance único, otorga poderes supletorios al Presidente de la Región y establece que la violación de estas disposiciones conlleva responsabilidad fiscal.

La propia ATI AG9 afirma que la crisis del agua en la zona de Agrigento no depende de una disminución de la disponibilidad de recursos hídricos de las fuentes de la zona, sino de una reducción del 50% del agua extraída del gestor de aguas excedentes de Siciliacque. Esta dependencia de AICA del agua excedente, necesaria para garantizar la distribución del agua a sus usuarios, conlleva una serie de cuestiones críticas bien conocidas y denunciadas por el Consejo y antes incluso por las asociaciones miembro. Estos temas críticos surgidos por la responsabilidad de los Alcaldes y la política regional se pueden resumir en la sustancial insostenibilidad económica del Gestor Público, obligado a utilizar un tercio de la cuenta de resultados para la compra del recurso hídrico a distribuir y la consiguiente impacto sobre la tarifa del importante doble margen de beneficio por el hecho de que Siciliacque vende agua a AICA al precio de 69 céntimos/m3 y AICA la revende a sus usuarios con un margen adicional. Esto sucede a pesar de que existen normas que establecen el carácter estatal público del recurso hídrico, que señalan en el Área Territorial Óptima el lugar de gestión de todos los recursos a ser puestos en beneficio de los ciudadanos, lo que requiere evaluar la existencia de las condiciones para mantener vivo un administrador terrestre que grava las tarifas del agua de los administradores de área, pero no realiza las inversiones necesarias. En cuanto a los recursos hídricos fragmentados y desperdiciados, a pesar de una escasez de agua que provoca turnos de suministro de hasta nueve o diez días, todavía hay resistencia política a la disolución de los consorcios Tre Sorgenti y Voltano, que se llevan recursos hídricos preciosos. y servicios públicos de la gestora legítima AICA, todavía existe resistencia política a la transferencia del Servicio conforme a la ley, de los dos Municipios que quedan fuera de la gestión de AICA, Palma di Montechiaro y Camastra. Aún hay resistencias políticas en la aplicación de la tarifa única de consumo para todos los usuarios, dado que se siguen manteniendo 23 mil usuarios ilegítimos de tarifa plana, no sujetos, por la propia naturaleza del contrato que los regula, a la obligación de utilizar con moderación el recurso hídrico, especialmente en un período de crisis. Todavía hay resistencia política a perseguir miles de conexiones ilegales y robos de agua que la anterior gestión prefectural había permitido identificar. También es necesario dotarnos de todas las herramientas para beneficiar a los territorios más afectados de las fuentes procedentes de los Municipios salvaguardados en virtud del artículo 147 del Decreto Legislativo 152/2006 (cuya salvaguardia no se realizó tras los controles obligatorios exigidos por ATI ). Los pozos y manantiales que se encuentran dentro de estos Municipios sólo se utilizan y optimizan parcialmente para el beneficio del resto de la Zona, debido tanto a deficiencias de infraestructura como a resistencias políticas. Esta fragmentación en el uso de los recursos hídricos, la mala planificación y mantenimiento, las numerosas e ilegítimas excepciones al alcance único, la pérdida de enormes fondos para el mantenimiento y la reconstrucción de las redes, llevan a la aparición de soluciones extemporáneas y concertadas, que son caros e ineficientes y los ciudadanos los pagan caro. Nos referimos a la multiplicación de camiones cisterna privados en nuestras calles. Estos compensan objetivamente la escasez de agua que afecta a AICA, pero la gran contradicción que plantea este escenario es evidente: la crisis del agua evidentemente sólo afecta al administrador de Aica y no a los camiones cisterna que en cambio suministran y venden agua. ¿De dónde obtienen sus suministros los petroleros? ¿Hay fuentes que no están disponibles para el Gerente? ¿Quién controla la salubridad del agua que distribuyen? ¿Quién controla el precio de venta? ¿Con qué criterios se eligen los camiones cisterna afiliados a AICA (ya que AICA sólo tiene un vehículo propio)? También se necesita más transparencia en este aspecto. También hay que concentrar esfuerzos en continuar la búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento en la zona, que sabemos es rica en agua, aunque hasta ahora una parte se ha desperdiciado, otra no se ha utilizado y otra se compra a precio de saldo. un alto costo del Overlay Manager. En la multiplicación de propuestas de solución a la crisis del agua, presentes en los medios de comunicación, no se da el énfasis adecuado a la reutilización del agua depurada para riego, para un suministro teórico de 22 millones de metros cúbicos de agua, que se intercambian con agua para El uso del agua potable conduciría a la superación estructural de la crisis hídrica en nuestra zona. Todo esto, además de estar previsto por una legislación reciente, técnicamente no es muy exigente de implementar y traería enormes beneficios en poco tiempo. En cambio, se sigue haciendo hincapié en las potabilizadoras a pesar de saber que no pueden constituir una solución a corto plazo a la crisis y que no hay control sobre los costes finales para los ciudadanos. En conclusión, la esperanza del Consejo de AICA es que el costo de esta crisis no siempre lo paguen sólo los usuarios, y que todos los actores involucrados aprovechen la gran oportunidad que presenta la crisis del agua para reorganizar, optimizar y realinear un sector largamente olvidado. sector del agua con estándares regulatorios, presa de incursiones económico-políticas, más proclive a garantizar equilibrios y privilegios para unos pocos que el cuidado del bien común y un servicio digno a los ciudadanos”.

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