Italo Cremona en colecciones privadas, una exposición en la casa de subastas Sant’Agostino

‘Italo Cremona en colecciones privadas’ es el título de la exposición inaugurada el 2 de mayo en la casa de subastas Sant’Agostino de Turín y comisariada por Vanessa Carioggia y Andrea Barin, corolario ideal de la exposición dedicada al mismo artista por Gam -Civic Galería de Arte Moderno y Contemporáneo de Turín y Mart – Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Trento y Rovereto en otoño de 2024.

“La colaboración del maestro con la casa de subastas Sant’Agostino – explica Vanessa Carioggia – nació en el pasado. Consultando nuestros catálogos de subastas, me di cuenta de que ya a principios de los años 80 apareció una obra de Italo Cremona. A principios de los noventa su esposa Danila Dellacasa nos regaló un número importante de obras. A lo largo de los años, hasta los últimos tiempos, hemos cubierto algunas de las obras maestras más importantes que aún se encuentran disponibles en el mercado.

La idea de realizar una exposición sobre este refinado artista nació hace mucho tiempo, pero la realización se hizo realidad gracias al impulso de Gam. El proyecto pretende ofrecer un homenaje no sólo al pintor, sino también a los coleccionistas de Sant’Agostino, que son quienes contribuyeron a la memoria histórica del pintor. La exposición destaca la producción de Italo Cremona desde los años 1920 hasta los años 1970, presentando un evento único en la historia de las exposiciones del artista.

Los coleccionistas respondieron con entusiasmo a la petición de exponer las pinturas, no niego que en algunos casos tuve que insistir en tener algunas obras en exposición y estos préstamos permitirán a los coleccionistas y amantes de Cremona poder ver obras celosamente guardadas en hogares y rara vez se muestran”.

La exposición se desarrolla a lo largo de los temas principales de la poética del artista: autorretratos, desnudos, interiores y paisajes urbanos.

Nacido en una pequeña ciudad de la provincia de Pavía, pero trasladado a Turín muy temprano en 1911, tras licenciarse en Derecho, el artista comenzó a dedicarse a la pintura, pasión que cultivaba desde niño en la Academia Albertina de Bellas Artes. Arts y la Sociedad de Amigos del Arte. Tuvo como profesores a Mario Gachet y Vittorio Cavalieri, conoció a la familia Casorati en Rubiana y se convirtió en alumno sui generis de Felice Casorati.

La ciudad pintada es casi siempre Turín, con vistas de tejados, pequeña arquitectura, nunca una representación suntuosa. Otra ciudad frecuentada fue Florencia, desafortunada y bombardeada, que sirve de telón de fondo compositivo en el famoso “Autorretrato sobre ruinas” de 1946, ejemplo de las obras creadas en Florencia en el período ’46-’48 y testimonio biográfico del estancia del artista en la ‘inmediata posguerra’. Las pinturas florentinas de Italo Cremona constituyen una encrucijada en la vida del artista tanto desde el punto de vista psicológico como pictórico. Se trata de una pintura densa en la que destaca el rostro del escritor, desnudo por el contexto, pero rodeado por la brutalidad de las ruinas. Ambos sujetos están rodeados por la brutalidad de las ruinas, evidenciada por la violencia expresionista del color.

La visión íntima del pintor se condensa en “Specchio esférico” de 1943, donde el autorretrato es distorsionado por la esfera, y el interior del estudio está presente, representado mil veces con objetos cotidianos, el sofá, el columpio, el caballete. y la composición escenográfica dada por las telas de colores y la pequeña escultura en primer plano.

Cremona es esencialmente un pintor de interiores, de un interior particular, el de su casa y su estudio.

Tuvo varios estudios, desde el primero en Corso Dante, al muy querido en Via Po, encima del Caffè Nazionale destruido por los bombardeos del 42, al de Piazza Cavour encima de la iglesia ortodoxa, hasta el de Via Maria Vittoria, que era una casa-estudio.

La exposición también incluye los famosos Desnudos de Cremona, pintados entre los años 1920 y 1970. Citando a Italo Cremona, Giovanni Arpino afirma: “Si volviera a dibujar y pintar, sólo haría más desnudos, es el máximo desafío”.

“Desnudo en el estudio” se remonta a principios de los años 1930 y presenta temas queridos en Cremona, como el interior del estudio, las perspectivas que se suceden en las salas que se abren una detrás de la otra y las dos modelos, una detrás , como suele ocurrir, el otro apoyado en el sofá.

En “Desnudo con zapatos rojos en un interior” de 1947 y “Desnudo en un interior barroco” de 1950, se representan escenas interiores, que indican una pintura autobiográfica. Su participación en producciones para teatro y cine crea el gusto por una composición capaz de comunicar estados de ánimo. Para Italo Cremona podemos hablar de “escenografía doméstica”, en la que el fondo, como en una escena teatral, sugiere una apertura hacia el interior, hacia su mundo cotidiano e íntimo.

La exposición en la casa de subastas Sant’Agostino durará hasta el 24 de mayo.

Mara Martellotta

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