Nota: este comunicado de prensa se publicó en su totalidad como contribución externa. Por lo tanto, este contenido no es un artículo elaborado por el equipo editorial de BariToday.
Molfetta, municipio de Apulia conocido por su riqueza de tradiciones y por ser el municipio italiano con el mayor número de emigrantes en el extranjero, sigue estrechando lazos con su diáspora. Con más de 60.000 habitantes de Molfetta repartidos en los cinco continentes, el vínculo con sus raíces es un sentimiento fuerte que persiste a pesar de la distancia. La Semana Santa es un período emblemático en el que muchos emigrantes regresan a Molfetta. No son sólo los fieles los que regresan; estudiantes, empresarios y trabajadores que han encontrado oportunidades lejos de Italia sienten la llamada de sus orígenes. La distancia desde Molfetta es palpable, pero la oportunidad de regresar, aunque sea brevemente, para saludar a familiares y amigos y redescubrir la calidez del “hogar” con una excelente comida es una experiencia invaluable. Recientemente, el Comité de Fiestas Patronales de Molfetta, situado en Corso Dante, tuvo el honor de acoger a Antonio Albanese, representante de la Sociedad Madonna dei Martiri de Hoboken, y a Roberto Pansini, figura siempre activa en el mantenimiento de contactos con las comunidades de emigrantes, en particular en América del Norte desempeña varios cargos importantes, es Presidente de la Asociación Oll Muvi, creadora de la marca “I Love Molfetta”, forma parte del Consejo General de la CGPM de Pugliesi en el Mundo de la Región de Puglia. Este encuentro simbolizó el puente cultural que une a Molfetta y Hoboken, con intercambios de sonrisas y anécdotas que reflejan la devoción y organización común de las celebraciones de septiembre, tanto en Italia como en Estados Unidos. El presidente Vincenzo Germinario y el vicepresidente Francesco Sancilio recibieron a los visitantes con gran entusiasmo, recibiendo como regalo el precioso “crest”, el escudo del Festival italiano de Hoboken, realizado en una edición limitada. Este gesto simbólico sirve para recordarnos que, por muy lejos que estemos, la comunidad de Molfetta y la devoción a la Madonna dei Martiri siguen siendo un punto fijo que une y reúne a todos los Molfetta que han emigrado por el mundo.
