La medida ordenada presuponía la quédate en casa, con régimen de arresto domiciliario y pulsera electrónica custodiando al sospechoso. Pero para el rey del trap Pandilla de bebés El atractivo del videoclip era demasiado fuerte. Y el vídeo grabado con ese aparato de seguridad que garantiza la vigilancia de quienes se encuentran bajo arresto domiciliario acabó en las redes sociales. Basta, según los jueces de Milán, con abrir de nuevo las puertas de la prisión, en este caso de la prisión de Busto Arsizio (en la imagen).
El artista estaba bajo arresto domiciliario con el brazalete electrónico desde enero pasado y con penas en primer grado de 4 años y 10 meses por un robo y de 5 años y 2 meses por un tiroteo en el verano de 2022 en una zona de ocio nocturno milanés. Así lo decidió el tercer Tribunal de Apelación de Milán, ante el cual se celebrará el juicio por el tiroteo, al constatar una violación del arresto domiciliario. La noticia apareció en la página de Instagram del trampero, gestionada por sus responsables.
Según los jueces, violó los requisitos del arresto domiciliario al publicar publicaciones en las redes sociales vinculadas al lanzamiento de su nuevo álbum. Publicaciones que, según la defensa, habían sido todas “autorizadas”.