1 de mayo de 2024 El PCI se moviliza

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Un trabajador, Mauro Di Fabrizio, de Pomezia, destaca los aspectos generales del Día de los Trabajadores en 2024. Desde el punto de vista de la actividad del PCI.

Mauro Di Fabrizio, trabajador de Pomezia

Unión y reparto en Italia: República Democrática fundada sobre el trabajo en 1948.
Es el 1 de mayo de 2024, el día de los trabajadores.
Hay diversas manifestaciones y marchas en toda Italia donde el denominador común es elevar el valor y los valores de todos los trabajadores que se sacrifican cada día y hacen de su trabajo una razón de vida.
Muchas veces hay una palabra que escapa a la moral de las personas y en especial a la de quienes nos gobiernan.
Respeto.
Todo parte de ahí, esa es la base, la raíz de todos los males que se alimentan de situaciones y comunes mortales donde anidan la explotación, la hipocresía, los privilegios y la hegemonía.
Durante los últimos treinta años, el poder político italiano ha dejado una herida en la sociedad, fortaleciendo los intereses de las grandes empresas y las finanzas especulativas, en Italia y en la Unión Europea.
Todo esto ha provocado un malestar económico, social y político con consecuencias negativas en diversos ámbitos.
Entre estos incluimos las muertes y los accidentes de trabajo.
Entre las diversas propuestas destaca la de un Observatorio, presentado por el concejal del Partido Comunista Italiano de Empoli Valdesa, donde los representantes de los trabajadores, las organizaciones sindicales, la contraparte empresarial y las instituciones competentes puedan participar activamente en el control y seguimiento de seguridad en los lugares de trabajo.
Otro buen ejemplo es el de una idea del trabajo no como un derecho sino como un agradecimiento por haber sido contratado, un modelo conceptual distorsionado que se ha transmitido sobre todo debido a la precariedad del trabajo en un marco temporal fluctuante.
El salario en sí siempre está un paso por detrás de otras grandes naciones europeas (Alemania, Francia, España, etc., etc.), donde las maniobras estatales a menudo han demostrado ser ineficaces.
Nuevas regulaciones más intransigentes. Leyes específicas donde cada uno debe hacer su propio trabajo para reparar lágrimas pasadas y encontrar cada vez más soluciones, hasta que haya mejoras verdaderamente importantes.
La lucha que lleva a cabo el PCI pide una cosa fundamental que abarca la relación sistema/sociedad: poder hacer que el trabajo sea un derecho primario del ciudadano donde uno va con la frente en alto, honrándose a sí mismo y en consecuencia implementando un derecho fundamental. ala (el trabajo) para que haya cada vez menos distancia entre el Estado/Italia y los ciudadanos.


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Un operador de información. Un activista cultural comprometido con la difusión de buenas prácticas que incrementen y extiendan el uso del mejor bien intangible que la humanidad tiene a su disposición: el conocimiento, el conocimiento, la cultura. Esta es mi ropa interior que me inspira y mi apariencia “periodística”. Profesionalmente vengo de experiencias “estructuradas” como las pesadas Oficinas de Prensa: la Liga de Cooperativas, Botteghe Oscure. Pero también experiencias de primer impacto: Italia Radio; y el mundo de las revistas de prensa cooperativa DIRE, Diretel, Rastel, Telpress. Para la prensa escrita, además de una experiencia “por mi cuenta” como director científico de la revista “Vini del Lazio”, he colaborado con Paese Sera, con L’Unità, con Oggi Castelli.

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