Por primera vez, en Viterbo, Mons. Orazio Francesco Piazza celebró en Poggino una misa para los trabajadores y con los trabajadores (VIDEO)

por ANNA MARIA STEFANINI-

VITERBO – Un acontecimiento sin precedentes tuvo lugar en Viterbo ayer, 30 de abril, víspera del 1 de mayo, fiesta de San José Trabajador y Día Internacional del Trabajo.
Por primera vez, el obispo de Viterbo, monseñor Orazio Francesco Piazza, celebró una santa misa entre y para los trabajadores de Poggino, el distrito industrial de Viterbo, nacido en 1980, lugar simbólico del compromiso de trabajo y del desarrollo empresarial.

La celebración, posible también gracias a la parroquia de los Santos Valentino e Ilario y con la asistencia espiritual de Don Emanuele Germani, se desarrolló a las 18.30 horas. El evento fue promovido en colaboración con la pastoral social y la labor de la Diócesis y. patrocinado por el Ayuntamiento de Viterbo y fue muy significativo porque logró involucrar a instituciones, autoridades civiles y militares, empresas, comercios, sindicatos y trabajadores de la zona. Además de las autoridades civiles y militares, estuvieron presentes asociaciones comerciales y sindicatos de la zona de Viterbo.
El primero en hablar, antes del inicio de la celebración religiosa, fue Antonio Di Pietro, un hombre tímido y auténtico, que utilizó palabras mesuradas pero apasionadas hacia los trabajadores de Poggino, esperando una atención cada vez mayor por parte de la administración municipal del territorio, donde Se ha hecho algo, hay mucho por hacer y ojalá se haga, pero aún queda mucho por hacer. “Durante años – afirmó Di Pietro – hemos sido abandonados a nuestra suerte. Los alcaldes y concejales del pasado conocían sólo superficialmente esta zona industrial, creada en 1980. El primer almacén fue construido por el abajo firmante en 1983″. Di Pietro destacó largamente la importancia de la visita y celebración eucarística del obispo de la diócesis de Viterbo en Poggino, por primera vez en la historia, agradeciendo a monseñor Piazza, a la alcaldesa Chiara Frontini y a todos los presentes. Luego añadió que monseñor Piazza fue también el primero en llevar a los porteadores de Santa Rosa a la audiencia del Papa.
La alcaldesa Chiara Frontini destacó la importancia de la celebración, que se desarrolló en presencia de todas las instituciones, con vistas a un espíritu de equipo y de red muy importante para el desarrollo del territorio. “Es una primera vez – afirmó el alcalde – pero en realidad es una serie de primeras veces que están sucediendo en nuestro territorio. Las instituciones deben ser el lugar donde se producen ingresos y trabajo”.
El Obispo de Viterbo Mons. Orazio Francesco Piazza, que consigue hablar al corazón de los fieles, con la profundidad de sus reflexiones y su cercanía a los ciudadanos y a los trabajadores, recordó: “El Obispo sólo tiene una trayectoria que perseguir: la de estar en el corazón de las personas, en los lugares de las personas, para compartir el camino de la vida, las expectativas, los sufrimientos, las esperanzas y poder ser un punto de apoyo”. Las palabras del obispo iluminan una tarde que de pronto se tornó meteorológicamente sombría, pero de clara esperanza y cercanía. Sentimos que Monseñor Piazza está cerca de todos nosotros, de los trabajadores, de las familias y de las instituciones con las que colabora para apoyar a la comunidad. “Este acontecimiento – subrayó Mons. Piazza – es el resultado de un viaje juntos”.
De hecho, la Diócesis de Viterbo está activa, involucrada y comprometida desde hace tiempo en el apoyo a los nuevos desafíos del trabajo, trabajando también activamente en el Proyecto Policoro, una iniciativa de la CEI destinada a ofrecer respuestas concretas a la demanda de trabajo en el área. El Proyecto, titulado “Juventud, Evangelio y Trabajo”, basado en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, tiene como objetivo formar jóvenes capaces de ayudar a otros a poner en marcha ideas empresariales, orientarse en el mundo del trabajo y luchar contra el desempleo.

Recientemente, la Diócesis inauguró un servicio de orientación laboral que ayudó a jóvenes y adultos a encontrar trabajo y redactar CV eficaces. Algunos participantes participaron en un curso de formación denominado “Escuela para agricultores”, creado junto con Cáritas diocesano, Idea 2020 y Acli Terra. Además, el pasado 23 de diciembre, como recordó el propio obispo, que ya visitó muchas empresas de Poggino, se reunió con los sindicatos y los trabajadores.

El objetivo es desarrollar una red de relaciones sólidas entre empresas, trabajadores e instituciones para favorecer la adecuación de la oferta y la demanda de empleo.

“No es extraño que esté aquí entre vosotros – añadió el obispo en su apreciado discurso – sería extraño si no estuviera allí. En el encuentro del 23 de diciembre con los sindicatos y trabajadores en el salón parroquial de Santos Valentín e Hilario, tomé conciencia de las situaciones laborales en el área en las que debo comprometerme, orar y apoyar con todas mis posibilidades”. Los trabajadores sienten la cercanía y el apoyo del Obispo, su deseo de trabajar en red con instituciones para el bien común.
Monseñor Piazza dirigió luego un pensamiento al comisario de policía Fausto Vinci, presente en la celebración con el comandante de la Guardia di Finanza, coronel Carlo Pasquali, con los carabinieri de Viterbo, con el presidente del Ayuntamiento Marco Ciorba, el concejal Stefano Melis y otros representantes de la administración municipal, empresas y trabajadores.
“Un momento de tristeza en medio de alegría: supe poco antes del inicio de la celebración que nuestro Comisario de Policía será trasladado a Latina y aprovecho para decir gracias: cuando caminamos juntos al servicio de la comunidad, se crean sinergias que distancia que no tienen poder para ahuyentar.” El Obispo instó a todos a afrontar las dificultades con determinación y energía, recordó a los fallecidos en el trabajo y habló de la seguridad y la dignidad de los trabajadores y expresó cercanía y solidaridad, en un camino que debemos hacer juntos, porque “solos no llegamos a ninguna parte”.
Fiesta cristiana, 1 de mayo, por tanto; jornada de júbilo por el triunfo concreto y progresivo de los ideales cristianos de la gran familia del trabajo, una celebración de la unión entre la Iglesia, las instituciones, las empresas, los sindicatos y los trabajadores con sus familias, para un camino a recorrer juntos que conduzca a luchar contra el desempleo y reconocer cada vez más la dignidad, la seguridad, los derechos y los deberes en una República democrática plenamente “fundamentada en el trabajo”.

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