Las mujeres y el mundo del trabajo

Las mujeres y el mundo del trabajo
Las mujeres y el mundo del trabajo

Tras este breve período de suspensión (leer editorial, ed.), “L’Inchiesta Sicilia” retoma sus publicaciones con un tema que concierne a quienes serán los grandes protagonistas de la nueva edición: la mujer.

Sí, el complejo, articulado y variado universo femenino que, aún hoy, lucha contra la discriminación y por la igualdad de género. Derechos inalienables, que atraviesan todos los ámbitos de acción sociocultural de nuestro país; primero que nada, trabajar.
De hecho, el empleo femenino es el tema de nuestra investigación hoy, como era de esperar, el Primero de Mayo. Día, que se ha convertido en el emblema de la lucha por los derechos de los trabajadores.

La historia del Primero de Mayo.

El 1 de mayo de 1866, en Chicago, se convocó una huelga general en todo Estados Unidos para reducir la agotadora jornada laboral a 8 horas. Las acaloradas protestas duraron 3 días y culminaron con la masacre de Haymarket, en la que perdieron la vida una docena de personas, entre policías y manifestantes. Al final, sin embargo, la reducción de la jornada laboral a 8 horas se convierte en ley. Por eso el 1 de mayo se convierte en un emblema de los derechos de los trabajadores.

El empleo femenino en cifras

Ha pasado más de siglo y medio de aquellos días poco auspiciosos, pero, aún así, para el Sur de muchos países del mundo, para muchas regiones del Sur de nuestra nación y para numerosos grupos sociales estos derechos han quedado cristalizados en el Primero de Mayo. 1866.

Una de las zonas geográficas todavía congeladas en esas páginas de la historia es Sicilia, con una tasa de empleo femenino equivalente a apenas un tercio de la población activa.

Brecha de género

A finales del año pasado, la tasa de empleo masculino se situaba en aproximadamente el 58 por ciento. La femenina con un 32 por ciento.
Una brecha decididamente mayor que la registrada a nivel nacional, en el que la población masculina ocupada supera el 70 por ciento y la población femenina ronda el 52 por ciento.
En los últimos cinco años el empleo masculino ha aumentado un 7,5 por ciento, al pasar de 55 a 58 mil unidades. Mientras que el femenino disminuyó, pasando de 21 a 19 mil unidades.
La caída del empleo femenino tiene, sin embargo, repercusiones en toda la población nacional. Baste decir que si las mujeres tuvieran pleno empleo, agregarían hasta 100 mil millones más al PIB (Producto Interno Bruto).

Causas socioculturales

Vulnerabilidad, discriminación de género, cultura basada en legados culturales antiguos y obsoletos.
¿Cuáles son los factores que mantienen a las mujeres en esta posición de subordinación a los hombres en Sicilia? ¿Qué les falta a las mujeres sicilianas para superar esta brecha y despegar volando alto?

Para Rosanna La Placa, secretaria regional de CISL Sicilia, se necesita una nueva cultura de trabajo

Rosanna La Placa

“Falta un plan estratégico sobre políticas de empleo de amplio alcance – afirma con firmeza Rosanna La Placa, secretaria regional de la CISL Sicilia -. Un plan que, a través de renovadas relaciones laborales participativas, construye una nueva cultura de trabajo. Una nueva cultura, en la que Gobierno, sindicatos y empresas activen políticas coordinadas. Por lo tanto, se necesitan nuevos impulsos para desarrollar la negociación empresarial en materia de conciliación entre hombres y mujeres, organización del trabajo y formación. Pero sobre todo – añade el secretario de la CISL -, se necesitan elementos que ultimen los incentivos para que las empresas incluyan a las mujeres en el mercado laboral, el desarrollo de herramientas como la certificación de género, la introducción de la figura de gerente de diversidadasí como una nueva responsabilidad social corporativa”.
Por tanto, la capacidad de identificar oportunidades laborales y tendencias de futuro se vuelve crucial para orientar las políticas de formación cualificada de las mujeres.

Una cultura obsoleta

Desgraciadamente, a las dificultades materiales se suman viejos prejuicios que afectan el despegue de planes estratégicos exitosos. “Estos objetivos – continúa Rosanna La Placa – deben alcanzarse a través de acciones para combatir los prejuicios y los estereotipos estratificados, que alejan a las mujeres de los estudios en el campo científico – materias STEM – creando una brecha de habilidades precisamente en los sectores de mayor desarrollo”.
Por lo tanto, desmantelar la vieja cultura debería ser la fórmula ganadora para un brillante debut de las mujeres sicilianas.
“Superar la discriminación y las desigualdades y garantizar que la igualdad de género se establezca en todos los ámbitos de la sociedad – reitera la sindicalista -. Éste – continúa – es el verdadero desafío para el crecimiento económico inclusivo y sostenible de Sicilia. Y esto – concluye – depende de todos nosotros”.

Gabriella Messina, secretaria regional de CGIL Sicilia: una brecha excesiva

En resumen, Sicilia sigue registrando una brecha de empleo femenino con tasas inferiores a la media italiana y europea.
“El PNRR – señala Gabriella Messina, secretaria regional de la CGIL Sicilia – que podría haber sido un punto de inflexión para la contratación de al menos el 30 por ciento de las mujeres, no ha logrado su objetivo. Las ampliaciones – continúa – han resultado en una excepción del 64 por ciento a nivel nacional”.
En Sicilia todo esto está asociado a una ausencia de lectura a nivel regional.
Es emblemático – continúa el secretario de la CGIL – que después de dos años de ausencia de la consejera regional de Igualdad, más de 4 meses después de su toma de posesión, todo esté en silencio. “Continúa la ausencia de visión de este Gobierno regional, partiendo de la mejora de las condiciones laborales, económicas y sociales de las mujeres”.
La CGIL también cree que, en la base, es necesario un plan específico. “Necesitamos un plan para el empleo femenino –concluye–. Así como una agenda específica de género, que hemos propuesto conjuntamente en varias ocasiones”.

Las mujeres inmigrantes y el trabajo

Las mujeres inmigrantes, cada vez más presentes en nuestro país, también viven de primera mano el fenómeno de la brecha de género. La mayoría de ellos están empleados en el sector terciario. El 80 por ciento trabaja en el sector doméstico. El resto en el sector agrícola.
Todo ello, sin embargo, con un único denominador común: el empleo precario.
“Todos son precarios – confirma Bijou Nzirirane, secretaria de CGIL Palermo -. Y, por lo tanto, explotados y mal pagados, en particular en el sector agrícola, están sujetos a todo tipo de abusos viles”.
Según una investigación realizada por el Centro de Estudios e Investigaciones Idos, las mujeres extranjeras perciben una salario mensual promedio justo 897 euros al mes: el un 29 por ciento menos que las mujeres italianas y un 27 por ciento menos que los hombres extranjeros. Una condición que sitúa a la mitad de los inmigrantes en el 20 por ciento más pobre de la población.
La mayoría de las intervenciones diseñadas para favorecer la plena realización laboral y profesional de las mujeres se han quedado en el papel
Y, en cualquier caso, si Sicilia está detrás de Italia, Italia está detrás de la UE.

Patrizia Romano

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