“Esperemos que vuelva a abrir pronto, extraño tomar un café con vistas a la Rocca”. La voz de una señora mayor, sentada con su marido en un banco del parque contiguo al bar Rocca, aún en construcción, está llena de esperanza. Un deseo que une a la mayoría de los ciudadanos. El ‘Caffè della Rocca’, centro neurálgico de la ciudad, se asoma a la fortaleza símbolo de la ciudad de Imola y cuenta con una clientela que, con el paso de los años, se ha vuelto fiel. Los recuerdos de los ciudadanos, de todas las generaciones, son de agradables veladas tomando aperitivos o domingos por la mañana de brunch. Además, no hay que olvidar los numerosos eventos organizados por los antiguos directores del lugar, desde los conciertos de jazz de las noches de verano hasta las cenas a base de pescado organizadas con los pescadores de la Riviera Romaña. “No sólo eso, siempre ha sido un gran lugar para los niños también”.
La señora continúa señalando a su nieta, que mientras tanto juega en el césped: “El parque cercano permite a los más pequeños divertirse y tener su propio espacio, mientras que nosotros, los ‘mayores’, pasamos tiempo con nuestros amigos”. Por todo ello, los ciudadanos se preguntan cuándo reabrirá la nueva gestión, para reactivar un lugar de referencia, no sólo para la comunidad, sino también para los turistas que vienen a la ciudad y aprovechan el día para visitar la Rocca Sforzesca. Por tanto, el momento ideal podría estar representado por el próximo Gran Premio de mayo, previsto del 17 al 19 de mayo. Para un reinicio que no concierne sólo al bar, sino a un pedazo de la historia de la ciudad cuyo vínculo los ciudadanos no dejan de subrayar. Hace unos meses la empresa Bruce de Imola ganó el concurso.
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