Mattarella en Calabria en vísperas del Primero de Mayo: “El trabajo no es una mercancía”. Luego la visita al distrito agroalimentario de Cosenza: “Es la excelencia”

Mattarella en Calabria en vísperas del Primero de Mayo: “El trabajo no es una mercancía”. Luego la visita al distrito agroalimentario de Cosenza: “Es la excelencia”
Mattarella en Calabria en vísperas del Primero de Mayo: “El trabajo no es una mercancía”. Luego la visita al distrito agroalimentario de Cosenza: “Es la excelencia”

“El trabajo está indisolublemente ligado a la persona, a su dignidad, a su dimensión social, a la contribución que cada uno puede y debe hacer a la participación en la vida de la sociedad. El trabajo no es una mercancía.” Lo afirmó el Presidente de la República Sergio Mattarella desde Calabria con vistas al Día del Trabajo. “Tiene valor en el mercado de bienes y de cambios. De hecho, es un elemento esencial – añadió – ​​porque sin el aporte de la creatividad humana carecería de consistencia y calidad”.

El Presidente de la República abandonó, entre aplausos de los presentes, la fábrica Assolac Granarolo, en Castrovillari, donde celebró el Día del Trabajo y de los Trabajadores. El jefe de Estado, que estuvo acompañado por la ministra de Trabajo, Marina Elvira Calderone, visitó anteriormente también la planta de Gias en Mongrassano. Las dos realidades forman parte del sistema de distritos agroalimentarios de Cosenza cuyo nivel de excelencia Mattarella destacó en el sur.

El presidente, recibido a su llegada por el presidente de la región de Calabria, Roberto Occhiuto, por la presidenta de la provincia de Cosenza, Rosaria Succurro, y por el alcalde de la ciudad, Mimmo Lo Polito, fue aplaudido varias veces a su entrada y durante su discurso. Al llegar al almacén de la empresa, repleto de autoridades, numerosos alcaldes con bandas tricolores, trabajadores y periodistas, fue recibido con el himno Mameli cantado por los alumnos del colegio secundario Giuseppe Troccoli de Lauropoli, aldea de Cassano allo Ionio. Rossella Ciappetta, directora del coro de niños Giuseppe Troccoli de Lauropoli, que cantó el himno de Mameli.

“Fue ciertamente un honor – afirmó la directora del coro Rossella Ciappetta, visiblemente conmovida – estar aquí. Hay una gran emoción por parte de todos nosotros, los chicos y yo incluido. Esperamos haber honrado este día y al Presidente de la República.”

“Lo que estamos viviendo hoy – afirmó Enzo, trabajador de Granarolo – es un gran reconocimiento para nosotros y para nuestra empresa. Estamos felices de haber acogido al Jefe de Estado en nuestra estructura”.

Gaetano Piraino también se mostró muy emocionado y habló en nombre de los trabajadores. “En esta empresa – dijo – hay un principio fundamental que es el de sentirse bien. Aquí se practica la solidaridad y el apoyo mutuo. Y también en virtud de ello, en momentos difíciles, como el de la pandemia de Covid 19 – añadió – ​​pudimos dar lo mejor de nosotros.

“Emilia y Calabria comparten la misma historia de integración y valorización de conocimientos y actividades. Una historia que comenzó en los años 50.” Así lo afirmó Gianpiero Calzolari, presidente de Granarolo, durante la visita a la fábrica Assolac-Granarolo en Castrovillari del presidente de la República Sergio Mattarella y de la ministra de Trabajo Marina Calderone. “Mañana es el Día del Trabajo – afirmó Calzolari, recordando a las víctimas en el trabajo como ocurrió en Suviana – y es justo recordar las tragedias de quienes mueren en el trabajo. Corría el año 1957 cuando un grupo de aparceros formó una cooperativa para dignificar su trabajo: sucedió en Emilia como en Calabria y con el paso de los años esos proyectos se han transformado en empresas cooperativas. Corría el año 65 cuando nació la primera planta láctea en Cosenza para garantizar leche de calidad para todos. Luego, hace 24 años, decidimos unir nuestras historias, creando un eje entre Emilia y Calabria”. “Siempre hemos – afirmó el presidente de Granarolo, recordando a Gaetano Nola entre los artífices de esta realidad calabresa fallecido hace unas semanas – en la excelencia de este país en la capacidad totalmente italiana de transformar una materia prima excepcional en muchas cosas igualmente variaciones excepcionales. El desafío del futuro es combinar esta capacidad con los desafíos de la modernización y la innovación tecnológica”. “Aquí – continuó Calzolai – no encontramos dificultades para hacer negocios, al contrario encontramos un grupo de personas que, como nosotros, creían en su trabajo y en su tierra”.

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